/ martes 27 de abril de 2021

Utopía del medio ambiente

Por Leslie Aimé Oaxaca Holguín

Desde que tenemos memoria todos hemos escuchado que tenemos que cuidar el medio ambiente para salvar el planeta, hemos visto mucha propaganda en cuanto a eso y es fácil ser lógicos en decir cosas como “si las bolsas de plástico contaminan entonces mejor usamos de papel”, creamos un mundo simple y perfecto, pero la realidad no es tan simple, pues si de un día a otro todos dejáramos las bolsas de plástico y las cambiáramos por el papel la tala de arboles sería un caos más grande de lo que ya es, pues la demanda aumentaría muchísimo de un momento a otro.

Otro punto a tratar es creer que ser veganos va a ayudar más que cualquier cosa al medio ambiente, poniendo como ejemplo la quinoa, un alimento que se produce en Centroamérica se popularizó hasta llegar a un punto en el que subió tanto la demanda del producto que se dispararon los precios y muchos de los mismos agricultores de este producto ya no pudieron consumirla, aunque era de su canasta básica. Los monocultivos son parte de los estragos causados, para llevar a cabo la demanda tan alta; ésta, causa deforestación, pérdida de biodiversidad, desposesión de agricultores y pueblos indígenas.

Ser vegano por elección es algo respetable y una decisión personal, pero creer que es el principal medio para cuidar el planeta, no lo es, lo podemos ver en documentales como el de “Plantando Conflictos”.

El impacto ambiental no es tan simple, en nuestra vida cotidiana las bolsas de los supermercados no es lo único de plástico que usamos, si volteamos a nuestro alrededor podremos ver muchísimas cosas que contaminan más, de hecho, en México no podemos considerar las bolsas como de un solo uso, una encuesta del INEGI del 2017 de Modulo de Hogares y Medio Ambiente demostró que las bolsas de plástico es el material más reutilizado en los hogares mexicanos, algo muy bueno.

Debemos tener cuidado con las promociones de productos “ecológicos” pues, aunque sean de un material que se degrada más fácil no significa que la huella de carbono necesaria para crearla no contamine, de hecho, en muchos casos contamina aún más.

Estos son temas comunes, pues son cosas que vivimos todos los días, pero hay muchos temas del medio ambiente que tenemos que tomar en consideración, como lo es el “fast fashion” que es la industria que más contamina y es responsable del 10% de las emisiones de dióxido de carbono.

De igual manera el consumo excesivo de carne contamina muchísimo por todos los recursos que se necesitan, esa industria contamina más que el transporte.

Es muy fácil crear utopías en nuestra cabeza, pensando que la solución para ayudar al planeta es simple, pero vemos que no es así, se necesita un equilibrio, como apoyar el comercio local cuando es más eficiente que el resto, como una opción que si puede contribuir.

Lo mejor siempre va a ser reutilizar lo que ya tenemos. Tenemos que ser responsables, solo sentirnos culpables no va a hacer nada, se necesitan muchas pequeñas acciones para grandes cambios.


Por Leslie Aimé Oaxaca Holguín

Desde que tenemos memoria todos hemos escuchado que tenemos que cuidar el medio ambiente para salvar el planeta, hemos visto mucha propaganda en cuanto a eso y es fácil ser lógicos en decir cosas como “si las bolsas de plástico contaminan entonces mejor usamos de papel”, creamos un mundo simple y perfecto, pero la realidad no es tan simple, pues si de un día a otro todos dejáramos las bolsas de plástico y las cambiáramos por el papel la tala de arboles sería un caos más grande de lo que ya es, pues la demanda aumentaría muchísimo de un momento a otro.

Otro punto a tratar es creer que ser veganos va a ayudar más que cualquier cosa al medio ambiente, poniendo como ejemplo la quinoa, un alimento que se produce en Centroamérica se popularizó hasta llegar a un punto en el que subió tanto la demanda del producto que se dispararon los precios y muchos de los mismos agricultores de este producto ya no pudieron consumirla, aunque era de su canasta básica. Los monocultivos son parte de los estragos causados, para llevar a cabo la demanda tan alta; ésta, causa deforestación, pérdida de biodiversidad, desposesión de agricultores y pueblos indígenas.

Ser vegano por elección es algo respetable y una decisión personal, pero creer que es el principal medio para cuidar el planeta, no lo es, lo podemos ver en documentales como el de “Plantando Conflictos”.

El impacto ambiental no es tan simple, en nuestra vida cotidiana las bolsas de los supermercados no es lo único de plástico que usamos, si volteamos a nuestro alrededor podremos ver muchísimas cosas que contaminan más, de hecho, en México no podemos considerar las bolsas como de un solo uso, una encuesta del INEGI del 2017 de Modulo de Hogares y Medio Ambiente demostró que las bolsas de plástico es el material más reutilizado en los hogares mexicanos, algo muy bueno.

Debemos tener cuidado con las promociones de productos “ecológicos” pues, aunque sean de un material que se degrada más fácil no significa que la huella de carbono necesaria para crearla no contamine, de hecho, en muchos casos contamina aún más.

Estos son temas comunes, pues son cosas que vivimos todos los días, pero hay muchos temas del medio ambiente que tenemos que tomar en consideración, como lo es el “fast fashion” que es la industria que más contamina y es responsable del 10% de las emisiones de dióxido de carbono.

De igual manera el consumo excesivo de carne contamina muchísimo por todos los recursos que se necesitan, esa industria contamina más que el transporte.

Es muy fácil crear utopías en nuestra cabeza, pensando que la solución para ayudar al planeta es simple, pero vemos que no es así, se necesita un equilibrio, como apoyar el comercio local cuando es más eficiente que el resto, como una opción que si puede contribuir.

Lo mejor siempre va a ser reutilizar lo que ya tenemos. Tenemos que ser responsables, solo sentirnos culpables no va a hacer nada, se necesitan muchas pequeñas acciones para grandes cambios.