/ jueves 23 de septiembre de 2021

Valor humano

Por: Roberta Cortazar

Por dos semanas cuidaré a mi nieto de dos años y tengo borrado de mi percepción cómo le hice cuando mis hijos estaban chicos y cuando mi primera nieta nació hace 12 años. Es un gran trabajo el que requiere un niño pequeño ¡ y ahora tengo menos energía! Termino en la noche como trapo, lista para dormirme en cuanto él se duerme, y no desaprovecho su siesta para agarrar un segundo aire.

En esta nueva etapa de ser abuela, me pongo a pensar en todas esas mamás y papás que están criando a sus hijos ¡Qué trabajal!

Desde muchas percepciones la humanidad está en la busca de más y más cosas, artefactos y situaciones que nos hagan la vida más fácil, una comodidad que requiere rapidez, donde los instantáneos y desechables van dejando una huella que se esconde detrás de los escenarios bonitos en los que nos enfocamos.

El aborto se ha legalizado en México y se podría descifrar como otro de los desechables que nos “solucionan la vida”. Los que estamos en la cima de los privilegios podemos dar un NO rotundo al aborto, porque un bebé no deseado es sólo una pequeña incomodidad en los planes establecidos, pero para una mujer que ha sido violada, o una madre que ya no le alcanza el sueldo, o una menor que está embarazada por un pervertido, situaciones que muchos en el privilegio sólo vemos en películas que nos horrorizan.

¿Entonces qué hacer? Es una pregunta que me sigue como un fantasma y aunque yo no voy con el aborto me siento totalmente inadecuada para juzgar a esas mujeres que recurren a él porque están viviendo una pesadilla. Y lo único que me queda por hacer es rezar para que el origen de este problema se acabe ¿Cómo? Educando mujeres para que no vean este procedimiento como solución, sino que estén muy alertas en prevención de embarazo. Y he adoptado una idea que antes se me hacía deplorable, pero después de saber ciertas historias locales, pienso que hay hombres sin remedio que merecen pena de muerte.

Un embarazo viene de una mujer y un hombre que debe ser obligado por la ley a responder por ese hijo, porque muchos abandonan a la mujer así como así y la ley es muy laxa en este asunto.

Seguiré diciendo NO al aborto, pero en definitiva creo que desde el origen de embarazos difíciles, se pueden hacer muchas cosas que lo evitarían y ahí es donde la ley tiene que proceder para proteger a las víctimas de la ignorancia, violación y desamparo.

Termino de escribir esto y aún me queda un mal sabor de boca sobre el tema, y me declaro incompetente para juzgar. Rezo por todas esas mujeres que no vieron y no ven otra opción en un acto que definitivamente las marca de por vida. Rezo por los inocentes y por una humanidad que requiere reestructurarse para evitar tanta atrocidad. Valor humano para ser precisamente más humanos.




Por: Roberta Cortazar

Por dos semanas cuidaré a mi nieto de dos años y tengo borrado de mi percepción cómo le hice cuando mis hijos estaban chicos y cuando mi primera nieta nació hace 12 años. Es un gran trabajo el que requiere un niño pequeño ¡ y ahora tengo menos energía! Termino en la noche como trapo, lista para dormirme en cuanto él se duerme, y no desaprovecho su siesta para agarrar un segundo aire.

En esta nueva etapa de ser abuela, me pongo a pensar en todas esas mamás y papás que están criando a sus hijos ¡Qué trabajal!

Desde muchas percepciones la humanidad está en la busca de más y más cosas, artefactos y situaciones que nos hagan la vida más fácil, una comodidad que requiere rapidez, donde los instantáneos y desechables van dejando una huella que se esconde detrás de los escenarios bonitos en los que nos enfocamos.

El aborto se ha legalizado en México y se podría descifrar como otro de los desechables que nos “solucionan la vida”. Los que estamos en la cima de los privilegios podemos dar un NO rotundo al aborto, porque un bebé no deseado es sólo una pequeña incomodidad en los planes establecidos, pero para una mujer que ha sido violada, o una madre que ya no le alcanza el sueldo, o una menor que está embarazada por un pervertido, situaciones que muchos en el privilegio sólo vemos en películas que nos horrorizan.

¿Entonces qué hacer? Es una pregunta que me sigue como un fantasma y aunque yo no voy con el aborto me siento totalmente inadecuada para juzgar a esas mujeres que recurren a él porque están viviendo una pesadilla. Y lo único que me queda por hacer es rezar para que el origen de este problema se acabe ¿Cómo? Educando mujeres para que no vean este procedimiento como solución, sino que estén muy alertas en prevención de embarazo. Y he adoptado una idea que antes se me hacía deplorable, pero después de saber ciertas historias locales, pienso que hay hombres sin remedio que merecen pena de muerte.

Un embarazo viene de una mujer y un hombre que debe ser obligado por la ley a responder por ese hijo, porque muchos abandonan a la mujer así como así y la ley es muy laxa en este asunto.

Seguiré diciendo NO al aborto, pero en definitiva creo que desde el origen de embarazos difíciles, se pueden hacer muchas cosas que lo evitarían y ahí es donde la ley tiene que proceder para proteger a las víctimas de la ignorancia, violación y desamparo.

Termino de escribir esto y aún me queda un mal sabor de boca sobre el tema, y me declaro incompetente para juzgar. Rezo por todas esas mujeres que no vieron y no ven otra opción en un acto que definitivamente las marca de por vida. Rezo por los inocentes y por una humanidad que requiere reestructurarse para evitar tanta atrocidad. Valor humano para ser precisamente más humanos.




ÚLTIMASCOLUMNAS