/ miércoles 8 de noviembre de 2017

Veinte años de Relatoría

Felicitaciones al licenciado José Luis Armendáriz por su designación como coordinador general de la red de Comunicación de la Federación Iberoamericana de Ombudsman

Se cumplen veinte años de la Relatoría en libertad de expresión auspiciada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Sin duda, de 1997 a la fecha han existido transformaciones en materia de protección a la libre expresión de las ideas, pero no han sido suficientes.

La Relatoría nació como un instrumento permanente del máximo órgano derechohumanista latinoamericano: vigilante constante y promotor de un ejercicio profesional, plural, crítico y responsable de la libertad de expresión, la Relatoría se ha constituido como un factor relevante para visibilizar ante la Asamblea de la OEA los temas referentes a esta materia.

¿Cuáles son primordialmente estos temas?

La Relatoría se ha ocupado de libertad de expresión e internet, violencia e impunidad, acceso a la información, marco jurídico interamericano, radiodifusión, desafíos hemisféricos, protesta social, procesos electorales, concentración de medios, desacato y difamación criminal, discurso de odio, publicidad oficial, libertad de expresión y pobreza, censura directa e indirecta, y libertad de expresión y vida privada.

Sobre estos temas y otros aspectos, la Asamblea General de la OEA se ha pronunciado en las resoluciones 2149, 2237, 2287, 2434, 2523, 2679, 1932, 2057, 2288, 2418, 2514, 2607 y 2661.

Las resoluciones implican obligaciones para los estados firmantes de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, comúnmente conocido como Pacto de San José de Costa Rica. México es uno de ellos.

En el caso de nuestro país no se pueden negar los avances. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos cuenta con una comisión que atiende agresiones contra periodistas. La Procuraduría General de la República cuenta con una Fiscalía Especial que persigue delitos contra periodistas, comunicadores y medios de comunicación. En la Cámara de Diputados existe una Comisión Especial que realiza seguimiento a agresiones.

Se ha promulgado una ley que incluye medidas cautelares para proteger periodistas y derechohumanistas, con un consejo consultivo que cuenta con la participación de organizaciones de periodistas.

En 2010, en Chihuahua se creó un Sistema integral de protección a periodistas -construido de manera horizontal- que, pese a que no ha logrado funcionar plenamente, constituye un gran avance, ya que va más allá de las simples medidas cautelares e incluye acciones preventivas, un flujo de información oficial y un apartado ético para las empresas, periodistas y sector gubernamental.

Sin embargo, los órganos formales creados han sido insuficientes para detener los homicidios y agresiones directas e indirectas contra periodistas. Tan sólo en 2017, han sido asesinados once colegas en el territorio nacional. En Chihuahua, este año fue asesinada la colega Miroslava Breach.

Estos órganos creados carecen de la infraestructura y apoyo financiero suficiente para ser eficientes en su funcionamiento.

El mecanismo que determina las medidas cautelares es aún demasiado lento, y no responde a la necesidad de implementar acciones rápidas.

Los estados y la Federación lucen bajo una ausencia plena de coordinación.

El apartado publicitario permanece intocado y en la discrecionalidad de la administración pública.

Esto en un contexto en el cual el avance tecnológico privilegia la velocidad en la información, por encima de la reflexión: las audiencias exigen contenidos acordes a ese vértigo de la carretera de la información, lo cual plantea un reto para el periodista y los medios de comunicación, en el uso de multiplataforma comunicacional y el cumplimiento de estándares éticos y respeto a los Derechos Humanos.

El medio de comunicación se convierte en objeto de la protección de los Derechos Humanos, que los estados deben garantizar, pero a la vez, se transforma en instrumento que puede ser manejado inadecuadamente.

Por ello el periodismo, como propulsor de la libre expresión, debe ser  plural, tolerante, incluyente, abierto a la crítica y discusión. Respetar el derecho de réplica. Tener un profundo sentido social y ejercerse en forma crítica, responsable y respetuosa.

Es un periodismo que se materializa en los géneros periodísticos, desplegados en las diversas plataformas, prensa escrita, radio, televisión, páginas web o redes sociales.

Un periodismo que respeta Derechos Humanos, y que a la vez exige respeto y protección, por su carácter indispensable en un régimen democrático, como precisamente se estableció en las declaraciones firmadas por los estados y que dieron nacimiento a la Relatoría especial en materia de libertad de expresión de la CIDH, hace ya dos décadas.

http://robertopinon.blogspot.mx

 

Felicitaciones al licenciado José Luis Armendáriz por su designación como coordinador general de la red de Comunicación de la Federación Iberoamericana de Ombudsman

Se cumplen veinte años de la Relatoría en libertad de expresión auspiciada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Sin duda, de 1997 a la fecha han existido transformaciones en materia de protección a la libre expresión de las ideas, pero no han sido suficientes.

La Relatoría nació como un instrumento permanente del máximo órgano derechohumanista latinoamericano: vigilante constante y promotor de un ejercicio profesional, plural, crítico y responsable de la libertad de expresión, la Relatoría se ha constituido como un factor relevante para visibilizar ante la Asamblea de la OEA los temas referentes a esta materia.

¿Cuáles son primordialmente estos temas?

La Relatoría se ha ocupado de libertad de expresión e internet, violencia e impunidad, acceso a la información, marco jurídico interamericano, radiodifusión, desafíos hemisféricos, protesta social, procesos electorales, concentración de medios, desacato y difamación criminal, discurso de odio, publicidad oficial, libertad de expresión y pobreza, censura directa e indirecta, y libertad de expresión y vida privada.

Sobre estos temas y otros aspectos, la Asamblea General de la OEA se ha pronunciado en las resoluciones 2149, 2237, 2287, 2434, 2523, 2679, 1932, 2057, 2288, 2418, 2514, 2607 y 2661.

Las resoluciones implican obligaciones para los estados firmantes de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, comúnmente conocido como Pacto de San José de Costa Rica. México es uno de ellos.

En el caso de nuestro país no se pueden negar los avances. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos cuenta con una comisión que atiende agresiones contra periodistas. La Procuraduría General de la República cuenta con una Fiscalía Especial que persigue delitos contra periodistas, comunicadores y medios de comunicación. En la Cámara de Diputados existe una Comisión Especial que realiza seguimiento a agresiones.

Se ha promulgado una ley que incluye medidas cautelares para proteger periodistas y derechohumanistas, con un consejo consultivo que cuenta con la participación de organizaciones de periodistas.

En 2010, en Chihuahua se creó un Sistema integral de protección a periodistas -construido de manera horizontal- que, pese a que no ha logrado funcionar plenamente, constituye un gran avance, ya que va más allá de las simples medidas cautelares e incluye acciones preventivas, un flujo de información oficial y un apartado ético para las empresas, periodistas y sector gubernamental.

Sin embargo, los órganos formales creados han sido insuficientes para detener los homicidios y agresiones directas e indirectas contra periodistas. Tan sólo en 2017, han sido asesinados once colegas en el territorio nacional. En Chihuahua, este año fue asesinada la colega Miroslava Breach.

Estos órganos creados carecen de la infraestructura y apoyo financiero suficiente para ser eficientes en su funcionamiento.

El mecanismo que determina las medidas cautelares es aún demasiado lento, y no responde a la necesidad de implementar acciones rápidas.

Los estados y la Federación lucen bajo una ausencia plena de coordinación.

El apartado publicitario permanece intocado y en la discrecionalidad de la administración pública.

Esto en un contexto en el cual el avance tecnológico privilegia la velocidad en la información, por encima de la reflexión: las audiencias exigen contenidos acordes a ese vértigo de la carretera de la información, lo cual plantea un reto para el periodista y los medios de comunicación, en el uso de multiplataforma comunicacional y el cumplimiento de estándares éticos y respeto a los Derechos Humanos.

El medio de comunicación se convierte en objeto de la protección de los Derechos Humanos, que los estados deben garantizar, pero a la vez, se transforma en instrumento que puede ser manejado inadecuadamente.

Por ello el periodismo, como propulsor de la libre expresión, debe ser  plural, tolerante, incluyente, abierto a la crítica y discusión. Respetar el derecho de réplica. Tener un profundo sentido social y ejercerse en forma crítica, responsable y respetuosa.

Es un periodismo que se materializa en los géneros periodísticos, desplegados en las diversas plataformas, prensa escrita, radio, televisión, páginas web o redes sociales.

Un periodismo que respeta Derechos Humanos, y que a la vez exige respeto y protección, por su carácter indispensable en un régimen democrático, como precisamente se estableció en las declaraciones firmadas por los estados y que dieron nacimiento a la Relatoría especial en materia de libertad de expresión de la CIDH, hace ya dos décadas.

http://robertopinon.blogspot.mx