/ martes 16 de enero de 2018

Vientos de esperanza para acabar con la corrupción.

yanez_flor@hotmail.com 

                                                               

 

Actualmente atravesamos una crisis política, en parte debido a la corrupción que sufrió el estado a manos de funcionarios de la administración pasada, que consistió desde recibir suculentos sobornos, blanquear cuentas bancarias y ocultarlas hasta sustraerse del país, afectando negativamente el desarrollo económico, social y político de Chihuahua. Por esas prácticas es que hay gobiernos que se han ganado la reputación de “corruptos”, dificultando generar confianza en la sociedad y la atracción de inversionistas.

 

La corrupción pareciera una práctica común entre algunos funcionarios en todo el mundo, pudiendo citar un sinfín de ejemplos de ello desde administraciones locales, hasta internacionales. La encontramos en toda la historia, pues desde Roma antigua el trabajo de los más servía para enriquecer a los menos, como en toda civilización. Desde entonces existía el favoritismo, tráfico de influencias, extorsiones y la “mordida” desde los más simples funcionarios hasta el emperador.

 

La corrupción es un delito grave que frena el desarrollo de todas las sociedades y los gobiernos tienen la responsabilidad común para ponerle fin. Es así que el pasado domingo se suscitó un evento histórico en la Plaza de Ángel, donde se reunieron más de 15,000 personas para acompañar en protesta al gobernador, luego de que se frenara la entrega de 780 mdp a nuestro estado por parte de la Federación, por esta encomiable lucha la corrupción que inició. Pareciera que le quieren ver la cara a Corral con estos hechos, pero no nomás a él sino a todo el pueblo, sacando pretextos como “no se hizo el depósito porque se cayó el sistema del Oxxo”. El recurso no es para él, es para educación, salud, infraestructura; es para nosotros.

 

Es sano mentalmente saber que llegan vientos de esperanza, que asegura que el cambio es posible y que cualquier acto de corrupción será investigado de fondo y castigado, aunado a que está cumpliendo su promesa de campaña. Ello pone a Chihuahua a la vista del contexto internacional de que se pretende frenar este delito. No se puede defender lo indefendible, el hartazgo social va en incremento y aunque no es nada sencillo, finalmente alguien se está comprometiendo a ponerle fin. ¡Enhorabuena!

 

 

 

yanez_flor@hotmail.com 

                                                               

 

Actualmente atravesamos una crisis política, en parte debido a la corrupción que sufrió el estado a manos de funcionarios de la administración pasada, que consistió desde recibir suculentos sobornos, blanquear cuentas bancarias y ocultarlas hasta sustraerse del país, afectando negativamente el desarrollo económico, social y político de Chihuahua. Por esas prácticas es que hay gobiernos que se han ganado la reputación de “corruptos”, dificultando generar confianza en la sociedad y la atracción de inversionistas.

 

La corrupción pareciera una práctica común entre algunos funcionarios en todo el mundo, pudiendo citar un sinfín de ejemplos de ello desde administraciones locales, hasta internacionales. La encontramos en toda la historia, pues desde Roma antigua el trabajo de los más servía para enriquecer a los menos, como en toda civilización. Desde entonces existía el favoritismo, tráfico de influencias, extorsiones y la “mordida” desde los más simples funcionarios hasta el emperador.

 

La corrupción es un delito grave que frena el desarrollo de todas las sociedades y los gobiernos tienen la responsabilidad común para ponerle fin. Es así que el pasado domingo se suscitó un evento histórico en la Plaza de Ángel, donde se reunieron más de 15,000 personas para acompañar en protesta al gobernador, luego de que se frenara la entrega de 780 mdp a nuestro estado por parte de la Federación, por esta encomiable lucha la corrupción que inició. Pareciera que le quieren ver la cara a Corral con estos hechos, pero no nomás a él sino a todo el pueblo, sacando pretextos como “no se hizo el depósito porque se cayó el sistema del Oxxo”. El recurso no es para él, es para educación, salud, infraestructura; es para nosotros.

 

Es sano mentalmente saber que llegan vientos de esperanza, que asegura que el cambio es posible y que cualquier acto de corrupción será investigado de fondo y castigado, aunado a que está cumpliendo su promesa de campaña. Ello pone a Chihuahua a la vista del contexto internacional de que se pretende frenar este delito. No se puede defender lo indefendible, el hartazgo social va en incremento y aunque no es nada sencillo, finalmente alguien se está comprometiendo a ponerle fin. ¡Enhorabuena!