/ jueves 17 de febrero de 2022

Vietnam: Ejemplo mundial contra la pandemia

Es la historia moderna la que ha dado cuenta de las atrocidades de la guerra en Vietnam cometida por el amplio arsenal bélico de los norteamericanos entre 1955 y 1975, para impedir la reunificación del territorio. Se calcula que en la contienda murieron casi 1.2 millones de soldados de ambos bandos y cerca de 3 millones de civiles por distintas causas. Fue tan enorme todo ese daño que el antiguo Vietnam del Norte perdió el 70% de su infraestructura industrial y de transportes, 3,000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales.

Miles de soldados sufrieron graves secuelas y quedaron parapléjicos, con discapacidades o con serios trastornos psiquiátricos a causa de esta guerra. Estados Unidos usó indebidamente un agente naranja herbicida para devastar grandes extensiones de selva, por lo que el impacto en el medioambiente y las actividades agrícolas y ganaderas fueron devastadoras.

Con ese impactante descalabro cualquier nación hubiera desaparecido y sus generaciones posteriores difícilmente podrían sobrevivir. Peor aún, mutiló la etapa de la infancia por infinidad de huérfanos de la guerra, lo cual es difícil imaginar a esa nación en la actualidad que sea un ejemplo mundial por su tenacidad logrando el pasado año un mercado de exportación de 40 mil millones de dólares con su industria textilera. Que significa el mismo monto que envían en remesas nuestros paisanos a sus familias desde los Estados Unidos no por bienes producidos sino por su mano de obra.

Otro aspecto de gran relevancia que ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su respuesta exitosa de Viet Nam demostrando hacia el correcto manejo de la pandemia de Covid que debe atribuirse, al menos en parte, a su inversión, capacidad clínica y operativa en todo su accidentado territorio. El país ha demostrado ahora que la preparación adecuada para hacer frente a las enfermedades infecciosas es un ingrediente clave para proteger a las personas y asegurar la salud pública en tiempos de pandemias como el Covid.

Para lograrlo, Vietnam cerró sus fronteras y suspendió los vuelos internacionales desde China continental, extendiendo esto a Europa, Estados Unidos, y luego progresivamente al resto del mundo, al tiempo que requiere que todos los viajeros que ingresen al país, incluidos sus nacionales, se sometan a cuarentena obligatoria de 14 días a la llegada, el uso de cubrebocas sin excepción con mano firme del gobierno.

Hoy con Vietnam con 100 millones de habitantes, con una tasa de 0.9 de crecimiento demográfico encara su recuperación tras pulverizar la pandemia. Pero por otra parte la el gobierno ha firmado un programa nacional destinado a su rehabilitación socioeconómica tras el Covid con una inversión de 15 mil millones de dólares, que incluye la construcción de mayor infraestructura en producción.

Es una pena que el prestigio universal que tenía México en sus campañas de vacunación quedara en el olvido y hoy la salud está altamente politizada por el propio presidente Obrador al ser enfático y mencionar: “Todos somos Hugo”, donde la desinformación y la retórica anticientífica, así como una combinación de factores, es el mayor rechazo a sus políticas clientelares. Lamentablemente se ha ido demasiado lejos en el sepulcro de más de medio millón de mexicanos.


Es la historia moderna la que ha dado cuenta de las atrocidades de la guerra en Vietnam cometida por el amplio arsenal bélico de los norteamericanos entre 1955 y 1975, para impedir la reunificación del territorio. Se calcula que en la contienda murieron casi 1.2 millones de soldados de ambos bandos y cerca de 3 millones de civiles por distintas causas. Fue tan enorme todo ese daño que el antiguo Vietnam del Norte perdió el 70% de su infraestructura industrial y de transportes, 3,000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales.

Miles de soldados sufrieron graves secuelas y quedaron parapléjicos, con discapacidades o con serios trastornos psiquiátricos a causa de esta guerra. Estados Unidos usó indebidamente un agente naranja herbicida para devastar grandes extensiones de selva, por lo que el impacto en el medioambiente y las actividades agrícolas y ganaderas fueron devastadoras.

Con ese impactante descalabro cualquier nación hubiera desaparecido y sus generaciones posteriores difícilmente podrían sobrevivir. Peor aún, mutiló la etapa de la infancia por infinidad de huérfanos de la guerra, lo cual es difícil imaginar a esa nación en la actualidad que sea un ejemplo mundial por su tenacidad logrando el pasado año un mercado de exportación de 40 mil millones de dólares con su industria textilera. Que significa el mismo monto que envían en remesas nuestros paisanos a sus familias desde los Estados Unidos no por bienes producidos sino por su mano de obra.

Otro aspecto de gran relevancia que ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por su respuesta exitosa de Viet Nam demostrando hacia el correcto manejo de la pandemia de Covid que debe atribuirse, al menos en parte, a su inversión, capacidad clínica y operativa en todo su accidentado territorio. El país ha demostrado ahora que la preparación adecuada para hacer frente a las enfermedades infecciosas es un ingrediente clave para proteger a las personas y asegurar la salud pública en tiempos de pandemias como el Covid.

Para lograrlo, Vietnam cerró sus fronteras y suspendió los vuelos internacionales desde China continental, extendiendo esto a Europa, Estados Unidos, y luego progresivamente al resto del mundo, al tiempo que requiere que todos los viajeros que ingresen al país, incluidos sus nacionales, se sometan a cuarentena obligatoria de 14 días a la llegada, el uso de cubrebocas sin excepción con mano firme del gobierno.

Hoy con Vietnam con 100 millones de habitantes, con una tasa de 0.9 de crecimiento demográfico encara su recuperación tras pulverizar la pandemia. Pero por otra parte la el gobierno ha firmado un programa nacional destinado a su rehabilitación socioeconómica tras el Covid con una inversión de 15 mil millones de dólares, que incluye la construcción de mayor infraestructura en producción.

Es una pena que el prestigio universal que tenía México en sus campañas de vacunación quedara en el olvido y hoy la salud está altamente politizada por el propio presidente Obrador al ser enfático y mencionar: “Todos somos Hugo”, donde la desinformación y la retórica anticientífica, así como una combinación de factores, es el mayor rechazo a sus políticas clientelares. Lamentablemente se ha ido demasiado lejos en el sepulcro de más de medio millón de mexicanos.