/ lunes 22 de noviembre de 2021

¿Visión política o visión de futuro?

Por: Amín Anchondo

Me animé a escribir esta columna, porque esta semana hubo varios sucesos en la agenda presidencial de Andrés Manuel que desataron olas de comentarios en torno a cada tema de la semana y pongo varios ejemplos: Alcancé a leer comentarios que se regocijaban de alegría porque aerolíneas mexicanas, como Aeroméxico, rechazaban el irse a operar al nuevo aeropuerto de Santa Lucía; los comentarios iban en el sentido de "para que aprenda".

Otros comentarios que me llamaron la atención fueron los que se hicieron en torno a la visita del presidente a Estados Unidos, tanto a las reuniones bilaterales como a la Cumbre de Líderes de América del Norte, que iban en el sentido de "le pondrán un alto al presidente", "ahora sí se topará con pared” y cosas de ese tipo.

Yo, como muchos, no comparto muchas de las acciones que está haciendo el presidente en su mandato. Debo decir que creo que tiene razón en mucho de lo que discursivamente expresa, pero no en la forma en la que pretende solucionar los problemas. Pero lo que sí nos debe quedar claro, es que una gran mayoría de personas lo eligieron para gobernar nuestro país por seis años y eso nos debe hacer conscientes de hacia dónde debemos dirigir los esfuerzos las personas que no estamos de acuerdo con las acciones presidenciales. Pero para mí es realmente una tristeza ver comentarios de gusto porque al presidente le vaya mal, cuando en realidad nos irá mal a todas las personas que habitamos este país.

No puede ser posible que nos dé gusto que un presidente de otro país le ponga las reglas del juego al nuestro. Es obvio que cualquier otro presidente va a querer sacar ventaja de los mexicanos para que le vaya mejor a su país, ¿y aún así nos da gusto?

¿Realmente nos da gusto que una obra del tamaño del nuevo aeropuerto fracase?

Eso es lo que se me hace realmente peligroso porque literalmente estamos dándonos un balazo en el pie y además, eso no está logrando que el presidente caiga en aprobación o que eso obtenga votos para la oposición. Esa es una muy pobre visión de futuro y es una torpeza de visión política a la cual estamos acostumbrados como sociedad; a que la oposición diga que todo está mal, sin tener una propuesta real o personajes congruentes al discurso. Estamos mal acostumbrados a pensar que rojos, azules, guindas, etc., no puedan trabajar de la mano a pesar de su experiencia y profesionalismo. Eso es lo que tenemos que cambiar.

La política ya cambió, la democracia cambió y tenemos que ponernos a la altura de las circunstancias. Si no empezamos a construir alternativas políticas con visión de futuro y no sólo con visiones partidistas, estaremos condenados a repetir lo que por mucho tiempo nos ha pasado en México. Conflictos y discusiones que se enfrascan en los intereses de unos pocos y no en los intereses de todos.


Por: Amín Anchondo

Me animé a escribir esta columna, porque esta semana hubo varios sucesos en la agenda presidencial de Andrés Manuel que desataron olas de comentarios en torno a cada tema de la semana y pongo varios ejemplos: Alcancé a leer comentarios que se regocijaban de alegría porque aerolíneas mexicanas, como Aeroméxico, rechazaban el irse a operar al nuevo aeropuerto de Santa Lucía; los comentarios iban en el sentido de "para que aprenda".

Otros comentarios que me llamaron la atención fueron los que se hicieron en torno a la visita del presidente a Estados Unidos, tanto a las reuniones bilaterales como a la Cumbre de Líderes de América del Norte, que iban en el sentido de "le pondrán un alto al presidente", "ahora sí se topará con pared” y cosas de ese tipo.

Yo, como muchos, no comparto muchas de las acciones que está haciendo el presidente en su mandato. Debo decir que creo que tiene razón en mucho de lo que discursivamente expresa, pero no en la forma en la que pretende solucionar los problemas. Pero lo que sí nos debe quedar claro, es que una gran mayoría de personas lo eligieron para gobernar nuestro país por seis años y eso nos debe hacer conscientes de hacia dónde debemos dirigir los esfuerzos las personas que no estamos de acuerdo con las acciones presidenciales. Pero para mí es realmente una tristeza ver comentarios de gusto porque al presidente le vaya mal, cuando en realidad nos irá mal a todas las personas que habitamos este país.

No puede ser posible que nos dé gusto que un presidente de otro país le ponga las reglas del juego al nuestro. Es obvio que cualquier otro presidente va a querer sacar ventaja de los mexicanos para que le vaya mejor a su país, ¿y aún así nos da gusto?

¿Realmente nos da gusto que una obra del tamaño del nuevo aeropuerto fracase?

Eso es lo que se me hace realmente peligroso porque literalmente estamos dándonos un balazo en el pie y además, eso no está logrando que el presidente caiga en aprobación o que eso obtenga votos para la oposición. Esa es una muy pobre visión de futuro y es una torpeza de visión política a la cual estamos acostumbrados como sociedad; a que la oposición diga que todo está mal, sin tener una propuesta real o personajes congruentes al discurso. Estamos mal acostumbrados a pensar que rojos, azules, guindas, etc., no puedan trabajar de la mano a pesar de su experiencia y profesionalismo. Eso es lo que tenemos que cambiar.

La política ya cambió, la democracia cambió y tenemos que ponernos a la altura de las circunstancias. Si no empezamos a construir alternativas políticas con visión de futuro y no sólo con visiones partidistas, estaremos condenados a repetir lo que por mucho tiempo nos ha pasado en México. Conflictos y discusiones que se enfrascan en los intereses de unos pocos y no en los intereses de todos.