/ martes 20 de agosto de 2019

Voracidad sin límite

No cabe duda de que tenemos un presidente con una voracidad sin límite y realmente está acabando con todas las instituciones que tenemos después de años de trabajo y esfuerzo, como dijo en su campaña: “Al diablo con las instituciones”.

La última, la de esta semana, ya que cada semana hay algún abuso de poder de AMLO, es la iniciativa de desaparecer el fondo para enfermedades catastróficas o de alto valor, como son todas las clases de cáncer, que al principio del Seguro Popular no estaban cubiertas y del sida, que son enfermedades cuyos tratamientos y medicamentos cuestan mucho.

Para ello mandó una iniciativa de reforma de la Ley General de Salud y poder desaparecer el fondo para enfermedades catastróficas, que se ha ido construyendo año con año, con una aportación del 8% que pone el Gobierno Federal y que ha alcanzado el monto de 80 mil millones de pesos, que ahora López Obrador quiere disponer de él para otros fines. Aunque el dinero lo puso el Gobierno Federal, ya no es un recurso de él, sino de los derechohabientes del Seguro Popular y sería un robo quitárselos para ir a pagar becas a los ninis o pensiones a los adultos mayores, a quienes por cierto los mandaron a cobrar los $1,200 al ejido Ocampo afuera de la ciudad de Chihuahua, gastando gasolina, caseta y asoleándose por algunas horas. Criminal.

Seis exsecretarios de Salud se armaron de valor, porque no es fácil contradecir al “señor”, entre ellos Guillermo Soberón, Julio Fren, José Narro, Mercedes Juan, que son gente que sí sabe de salud; le dicen al presidente en carta abierta que es un grave error gastarse ese fondo en otra cosa y dejar desprotegidos a los enfermos de alto costo, que son 50 mil de cáncer que se atendieron el año pasado y 93 mil de sida.

Al día siguiente en la conferencia mañanera de AMLO les contestó que la decisión ya estaba tomada y que seguía adelante, es decir el Congreso de la Unión no le importa a López Obrador, ya que están a su servicio y mucho menos la opinión de seis exsecretarios de Salud, pero eso sí, quiere que a los miles de inmigrantes que han invadido el país se les dé todos los servicios de salud.

Curiosamente cada vez que AMLO hace alguna barbaridad, hace alguna cosa para distraer a la gente y que no trascienda el tema importante, ahora mandó apresar a Rosario Robles, su compañera de viaje por muchos años y luego se convirtió en su enemiga al traicionar a la izquierda e irse con Salinas de Gortari y últimamente con Peña Nieto, tema que trataremos en futura colaboración.

Voracidad sin límite la de AMLO.

No cabe duda de que tenemos un presidente con una voracidad sin límite y realmente está acabando con todas las instituciones que tenemos después de años de trabajo y esfuerzo, como dijo en su campaña: “Al diablo con las instituciones”.

La última, la de esta semana, ya que cada semana hay algún abuso de poder de AMLO, es la iniciativa de desaparecer el fondo para enfermedades catastróficas o de alto valor, como son todas las clases de cáncer, que al principio del Seguro Popular no estaban cubiertas y del sida, que son enfermedades cuyos tratamientos y medicamentos cuestan mucho.

Para ello mandó una iniciativa de reforma de la Ley General de Salud y poder desaparecer el fondo para enfermedades catastróficas, que se ha ido construyendo año con año, con una aportación del 8% que pone el Gobierno Federal y que ha alcanzado el monto de 80 mil millones de pesos, que ahora López Obrador quiere disponer de él para otros fines. Aunque el dinero lo puso el Gobierno Federal, ya no es un recurso de él, sino de los derechohabientes del Seguro Popular y sería un robo quitárselos para ir a pagar becas a los ninis o pensiones a los adultos mayores, a quienes por cierto los mandaron a cobrar los $1,200 al ejido Ocampo afuera de la ciudad de Chihuahua, gastando gasolina, caseta y asoleándose por algunas horas. Criminal.

Seis exsecretarios de Salud se armaron de valor, porque no es fácil contradecir al “señor”, entre ellos Guillermo Soberón, Julio Fren, José Narro, Mercedes Juan, que son gente que sí sabe de salud; le dicen al presidente en carta abierta que es un grave error gastarse ese fondo en otra cosa y dejar desprotegidos a los enfermos de alto costo, que son 50 mil de cáncer que se atendieron el año pasado y 93 mil de sida.

Al día siguiente en la conferencia mañanera de AMLO les contestó que la decisión ya estaba tomada y que seguía adelante, es decir el Congreso de la Unión no le importa a López Obrador, ya que están a su servicio y mucho menos la opinión de seis exsecretarios de Salud, pero eso sí, quiere que a los miles de inmigrantes que han invadido el país se les dé todos los servicios de salud.

Curiosamente cada vez que AMLO hace alguna barbaridad, hace alguna cosa para distraer a la gente y que no trascienda el tema importante, ahora mandó apresar a Rosario Robles, su compañera de viaje por muchos años y luego se convirtió en su enemiga al traicionar a la izquierda e irse con Salinas de Gortari y últimamente con Peña Nieto, tema que trataremos en futura colaboración.

Voracidad sin límite la de AMLO.