Los mexicanos tenemos suerte de que estén sucediendo acontecimientos políticos que nos demuestran lo importante que es analizar por quién votar. El discurso racista de Trump no eran habladas, y está llevando a cabo lo que tanto prometió en campaña: proteger a su país de los migrantes y, como siempre sucede, la están pagando los niños.
Lo bueno de esto es que los mexicanos sepamos que si, aquí, un loco o alienado accede al poder, tal como lo ha hecho Trump, cumplirá sus promesas. Y si es así, prepárese para ver injusticias en México, como vemos allá las jaulas con infantes.
Por ejemplo, el Nuevo Proyecto de Nación que promete Morena contempla quitar los exámenes de admisión. Le aclaro, al que se le ocurrió esta puntada, que nuestros jóvenes no están preparados para esta libertad (yo tampoco lo estuve) aunque hayan egresado de las escuelas Montessori, cuyo objetivo principal es liberar el potencial del niño. La condición física, mental y económica del ser humano está formada en el esfuerzo. Niños que no se esfuerzan, no nutren su voluntad y la voluntad está unida al espíritu. Saber de espiritualidad es demasiado para quienes creen que hacer lo que nos dé la gana es libertad. Hay lugares para hacer lo que queramos y otros para cumplir las reglas.
Días antes de las elecciones el panorama se aclara para los indecisos: al norte tenemos a un salvador de la raza suprema, y al sur la dictadura de Maduro, el segundo mesías del pueblo venezolano que empoderando a los pobres los empobreció más.
No hay nada nuevo bajo el sol. Informémonos antes de votar.
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