/ jueves 1 de febrero de 2018

Voto útil y el futuro de México

Llegando al segundo mes de precampañas, se empiezan a confirmar las tendencias de las encuestas.

La campaña de López Obrador, ubicado en el nivel más alto de los tres precandidatos de alianzas multipartidistas, arriba de los 30, alcance logrado gracias a los ya casi 12 años de trabajo constante de campaña electoral, con un nivel de conocimiento arriba del 90% y uno de los niveles más altos de negativos, se mantiene en forma más o menos estable durante los últimos meses, podríamos decir, con un comportamiento constante, sostenido, incluidas las últimas semanas de precampaña.

En el caso de Ricardo Anaya, muestra un crecimiento sostenido, desde el domingo 10 de diciembre que tomó protesta como precandidato, a la fecha, su comportamiento ha sido en constante crecimiento, arrebatándole inmediatamente  el segundo lugar al candidato de la alianza PRI, José A. Meade, pasando de los 10 puntos porcentuales altos, a los altos 20, todos estos datos, tomados del promedio, de las diferentes encuestas creíbles.

En el caso del precandidato José A. Meade, su comportamiento ha sido errático, subiendo en las semanas de su asunción como precandidato, para unos días después, empezar su dramática caída, la cual pareciera ser no tiene para cuándo detenerse, pasando de los 10 puntos porcentuales altos, para irse a los 10 puntos medios.

Aquí el análisis podría interpretarse como una línea recta invariable de López Obrador, un ascenso constante de Ricardo Anaya y  una caída permanente de José A. Meade.

Los eventos por venir, así como el desenlace que tenga la frustrada candidatura del ex secretario de Gobernación por la Presidencia de la República, Miguel Ángel Osorio Chong, y su drástica salida del partido en el gobierno, así como las repercusiones que haya de la alianza del Partido Encuentro Social (PES), del cual, como todos sabemos, el exsecretario es el dueño, y su sospechosa y repentina alianza con Morena nos hace suponer de un rompimiento real del exsecretario con su partido máter, el PRI, donde ya no hay una verdadera razón para guardar la disciplina partidista, otrora rígida e inquebrantable,  hoy ya sin un compromiso real, podría ser violentada y lo que podría ser el voto útil del PRI  a favor del mejor segundo lugar, por el momento, Ricardo Anaya, esta fuerza electoral se fuera con la alianza de Morena, fortaleciendo la candidatura de López Obrador.

Esta dudosa posibilidad de un grupo de votantes volátiles nos obliga a redoblar esfuerzos, a remontar toda adversidad, haciendo uso de todas las herramientas de mercadotecnia disponibles, para asegurar llegar a la última semana de junio, con un empate técnico o una ventaja sensible a la causa de la coalición Por México al Frente.

La fuerza ciudadana a favor de un cambio real, que rompa con la inercia del viejo sistema de corrupción e impunidad, que abra las puertas a un gobierno inteligente, innovador, con suma de esfuerzos y comprometido con las mejores causas, privilegiando en bien común y asegurando el futuro de México que está en juego, será la clave.

 

Llegando al segundo mes de precampañas, se empiezan a confirmar las tendencias de las encuestas.

La campaña de López Obrador, ubicado en el nivel más alto de los tres precandidatos de alianzas multipartidistas, arriba de los 30, alcance logrado gracias a los ya casi 12 años de trabajo constante de campaña electoral, con un nivel de conocimiento arriba del 90% y uno de los niveles más altos de negativos, se mantiene en forma más o menos estable durante los últimos meses, podríamos decir, con un comportamiento constante, sostenido, incluidas las últimas semanas de precampaña.

En el caso de Ricardo Anaya, muestra un crecimiento sostenido, desde el domingo 10 de diciembre que tomó protesta como precandidato, a la fecha, su comportamiento ha sido en constante crecimiento, arrebatándole inmediatamente  el segundo lugar al candidato de la alianza PRI, José A. Meade, pasando de los 10 puntos porcentuales altos, a los altos 20, todos estos datos, tomados del promedio, de las diferentes encuestas creíbles.

En el caso del precandidato José A. Meade, su comportamiento ha sido errático, subiendo en las semanas de su asunción como precandidato, para unos días después, empezar su dramática caída, la cual pareciera ser no tiene para cuándo detenerse, pasando de los 10 puntos porcentuales altos, para irse a los 10 puntos medios.

Aquí el análisis podría interpretarse como una línea recta invariable de López Obrador, un ascenso constante de Ricardo Anaya y  una caída permanente de José A. Meade.

Los eventos por venir, así como el desenlace que tenga la frustrada candidatura del ex secretario de Gobernación por la Presidencia de la República, Miguel Ángel Osorio Chong, y su drástica salida del partido en el gobierno, así como las repercusiones que haya de la alianza del Partido Encuentro Social (PES), del cual, como todos sabemos, el exsecretario es el dueño, y su sospechosa y repentina alianza con Morena nos hace suponer de un rompimiento real del exsecretario con su partido máter, el PRI, donde ya no hay una verdadera razón para guardar la disciplina partidista, otrora rígida e inquebrantable,  hoy ya sin un compromiso real, podría ser violentada y lo que podría ser el voto útil del PRI  a favor del mejor segundo lugar, por el momento, Ricardo Anaya, esta fuerza electoral se fuera con la alianza de Morena, fortaleciendo la candidatura de López Obrador.

Esta dudosa posibilidad de un grupo de votantes volátiles nos obliga a redoblar esfuerzos, a remontar toda adversidad, haciendo uso de todas las herramientas de mercadotecnia disponibles, para asegurar llegar a la última semana de junio, con un empate técnico o una ventaja sensible a la causa de la coalición Por México al Frente.

La fuerza ciudadana a favor de un cambio real, que rompa con la inercia del viejo sistema de corrupción e impunidad, que abra las puertas a un gobierno inteligente, innovador, con suma de esfuerzos y comprometido con las mejores causas, privilegiando en bien común y asegurando el futuro de México que está en juego, será la clave.