/ miércoles 4 de noviembre de 2020

Y después ¿Qué?

Estimado lector, tengo una semana pensando en cuál sería el tema que abordaría el día de hoy, temas hay muchos: la elección de EU, los gobernadores aliancistas, el discurso de SHCP, los ataques terroristas en Europa, y así me puedo ir escribiendo hasta que me quede sin mis 3,000 caracteres.

En lo personal soy alguien a quien le duele el que muchas personas estén perdiendo la vida, también lo extremadamente caótico que está siendo para todos los actores de los sistemas de salud y sus familias, por lo que hoy quiero platicarle aprovechando que acabamos de pasar la celebración del Día de Muertos en nuestro país, acerca de lo que dicen algunos que sucede después de morir.

Leía en redes sociales a una mujer, ella solicitó oraciones por su hermana que iba a tener una cirugía complicada, por casualidad me volví a topar su perfil, y vi una foto donde aparecía con su hermana en el hospital, y decía:

“Mi hermana tuvo un paro cardiaco en quirófano, del cual lograron resucitarla, cuando salió de terapia intensiva me dijo: ‘El cielo existe, yo estuve ahí y es la cosa más increíble que había visto, lo mejor de mi vida, ¡existe! ¡Créeme!’. Después, se fue. Le creo”.

Años atrás platiqué con una joven que tuvo un choque y entró en estado de coma, me dijo que cuando estaba en coma ella llegó a un jardín muy hermoso, donde había muchas personas felices y tranquilas, ahí pudo encontrarse con un tío, quien ya había fallecido, y con él sostuvo pláticas acerca de la familia, y él mismo le comentó que todavía no era su momento, y tiempo después despertó del coma.

Otra amiga, quien tuvo un accidente automovilístico terrible, me contó que cuando se encontraba en la plancha tuvo un paro, y dice haberse visto desde el techo del quirófano en la plancha y ver a los doctores intentar reanimarla, y en ese momento haber sentido una paz indescriptible que le inspiraba no regresar, pero de repente algo la hizo volver súbitamente a su cuerpo.

Pero no me crea a mí, le comparto el testimonio del médico cardiólogo holandés Pim Van Lommel, quien publicó un estudio avalado por The Lancet (revista médica británica ampliamente reconocida); en su artículo documenta varios casos de pacientes que estuvieron clínicamente muertos y que han “regresado” y que pueden hablar acerca de una experiencia después de la muerte, todos concluyen que la paz es una constante y que las preocupaciones desaparecen y relatan que la muerte no es el final, sino el tránsito a una mejor estancia.

Narra que esas personas que logran reintegrarse a su vida cotidiana suelen tener cambios drásticos en su vida, incluso hasta divorciarse, ya que el perder el miedo a la muerte y haber experimentado ese estado de bienestar les brinda otra óptica del tiempo en la tierra.

Si a ud. le ha tocado despedirse de alguien, tenga la seguridad de que su ser querido está en un lugar mejor, saberlo ayudará a sanar más pronto la herida profunda que causa su ausencia. Le mando un fuerte abrazo y agradezco su lectura.

Estimado lector, tengo una semana pensando en cuál sería el tema que abordaría el día de hoy, temas hay muchos: la elección de EU, los gobernadores aliancistas, el discurso de SHCP, los ataques terroristas en Europa, y así me puedo ir escribiendo hasta que me quede sin mis 3,000 caracteres.

En lo personal soy alguien a quien le duele el que muchas personas estén perdiendo la vida, también lo extremadamente caótico que está siendo para todos los actores de los sistemas de salud y sus familias, por lo que hoy quiero platicarle aprovechando que acabamos de pasar la celebración del Día de Muertos en nuestro país, acerca de lo que dicen algunos que sucede después de morir.

Leía en redes sociales a una mujer, ella solicitó oraciones por su hermana que iba a tener una cirugía complicada, por casualidad me volví a topar su perfil, y vi una foto donde aparecía con su hermana en el hospital, y decía:

“Mi hermana tuvo un paro cardiaco en quirófano, del cual lograron resucitarla, cuando salió de terapia intensiva me dijo: ‘El cielo existe, yo estuve ahí y es la cosa más increíble que había visto, lo mejor de mi vida, ¡existe! ¡Créeme!’. Después, se fue. Le creo”.

Años atrás platiqué con una joven que tuvo un choque y entró en estado de coma, me dijo que cuando estaba en coma ella llegó a un jardín muy hermoso, donde había muchas personas felices y tranquilas, ahí pudo encontrarse con un tío, quien ya había fallecido, y con él sostuvo pláticas acerca de la familia, y él mismo le comentó que todavía no era su momento, y tiempo después despertó del coma.

Otra amiga, quien tuvo un accidente automovilístico terrible, me contó que cuando se encontraba en la plancha tuvo un paro, y dice haberse visto desde el techo del quirófano en la plancha y ver a los doctores intentar reanimarla, y en ese momento haber sentido una paz indescriptible que le inspiraba no regresar, pero de repente algo la hizo volver súbitamente a su cuerpo.

Pero no me crea a mí, le comparto el testimonio del médico cardiólogo holandés Pim Van Lommel, quien publicó un estudio avalado por The Lancet (revista médica británica ampliamente reconocida); en su artículo documenta varios casos de pacientes que estuvieron clínicamente muertos y que han “regresado” y que pueden hablar acerca de una experiencia después de la muerte, todos concluyen que la paz es una constante y que las preocupaciones desaparecen y relatan que la muerte no es el final, sino el tránsito a una mejor estancia.

Narra que esas personas que logran reintegrarse a su vida cotidiana suelen tener cambios drásticos en su vida, incluso hasta divorciarse, ya que el perder el miedo a la muerte y haber experimentado ese estado de bienestar les brinda otra óptica del tiempo en la tierra.

Si a ud. le ha tocado despedirse de alguien, tenga la seguridad de que su ser querido está en un lugar mejor, saberlo ayudará a sanar más pronto la herida profunda que causa su ausencia. Le mando un fuerte abrazo y agradezco su lectura.