/ martes 2 de febrero de 2021

¿Y el enfermo apá?

La semana pasada el presidente AMLO puso en su Twitter que había dado positivo al coronavirus y se desapareció por tres o cuatro días.

De inmediato empezaron las especulaciones, que si le había dado un derrame cerebral, que ya no podía mover la mitad del cuerpo, que si quién se había quedado en su lugar, porque el barco iba a la deriva y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sólo asistía a las mañaneras y punto.

No pasaron cuatro días cuando el enfermo apareció gozando de cabal salud, en un video difundido por la Presidencia de la República, se le vio caminando en el lujoso y espacioso Palacio de Gobierno (nada que ver con la residencia oficial de Los Pinos), de enfermo no se le ve nada.

Lo mismo de siempre, caminado y hablado lento, como es él, algunos críticos dicen que una mano no la sacó de la bolsa del abrigo, señal del aneurisma cerebral, pero francamente yo lo vi igual que siempre, salvo que ahora empezó agradeciendo a los miles de mensajes que le han llegado de buenos deseos, incluyendo de los empresarios (ya no los llamó neoliberales, ni fifís), cosa muy rara en él, por lo demás, no se le nota que haya estado enfermo, lo que apunta a la teoría de que se habría enfermado para hacerse la víctima y recuperar su popularidad que va de bajada.

Lo que no podían faltar son las mentiras que como buen mitómano no puede dejar de decirlas, seré muy breve por el espacio que nos dan: “He estado trabajando con el Covid”. Nadie puede trabajar con los dolores de cabeza, la tos, la calentura, que tienen los que han sido contagiados.

Además, sale sin cubrebocas, pero dice que todavía tiene el coronavirus, o sea que le valió contagiar a los camarógrafos y dejar el virus

por los salones del Palacio Nacional. No está enfermo, se hace la víctima. Dijo que ya habían pedido 780 mil vacunas a Pfizer, otra tantas a Astra Zeneca y millón y medio a los rusos, que habló directamente con el presidente Putin y le prometió para marzo.

Luego estas cifras las convierte en 6 millones, cuando sólo suman 3, pero dejémoslo en 6 millones. Se necesitan dos aplicaciones de vacuna por persona, es decir que alcanzan para 3 millones de mexicanos. Serán para los adultos mayores, dijo, que según la última cifra del Inegi somos 15 millones de adultos, es decir que sólo alcanzará para el 20% de ancianos y somos 126 millones de mexicanos, es decir que sólo cubrirá 2.4% de la población, ¿Y el resto, para cuándo? Además, la vacuna rusa está contraindicada para todas aquellas personas que tienen hipertensión, diabetes y todos aquellos males que padecen generalmente los adultos mayores.

Esta vacuna ha sido rechazada por el 60% de los rusos, según la página del mismo gobierno ruso, porque no ha cumplido con todas las pruebas necesarias.

Dijo que había estado muy pendiente de que no faltaran camas de hospital, ni doctores, ni enfermeras, cuando la realidad es que el sistema de salud está rebasado en todo el país, ¿a quién quiere engañar? Todo mundo sabe, porque hemos tenido a alguien cercano que no pudo ser atendido en los hospitales públicos.

En una mañanera dijo que habían gastado 120 mil millones en compra de vacunas, ¿en dónde están? Después dijo que llevaban gastados 50 mil millones en vacunas, ¿en dónde están? Aunque AMLO dijo que la pandemia “le venía como anillo al dedo”, a mí me parece que el enfermo no está enfermo, como fue la rifa del avión, sin avión y las vacunas, sin vacunas.

Grave problema por falta de presidente.

La semana pasada el presidente AMLO puso en su Twitter que había dado positivo al coronavirus y se desapareció por tres o cuatro días.

De inmediato empezaron las especulaciones, que si le había dado un derrame cerebral, que ya no podía mover la mitad del cuerpo, que si quién se había quedado en su lugar, porque el barco iba a la deriva y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sólo asistía a las mañaneras y punto.

No pasaron cuatro días cuando el enfermo apareció gozando de cabal salud, en un video difundido por la Presidencia de la República, se le vio caminando en el lujoso y espacioso Palacio de Gobierno (nada que ver con la residencia oficial de Los Pinos), de enfermo no se le ve nada.

Lo mismo de siempre, caminado y hablado lento, como es él, algunos críticos dicen que una mano no la sacó de la bolsa del abrigo, señal del aneurisma cerebral, pero francamente yo lo vi igual que siempre, salvo que ahora empezó agradeciendo a los miles de mensajes que le han llegado de buenos deseos, incluyendo de los empresarios (ya no los llamó neoliberales, ni fifís), cosa muy rara en él, por lo demás, no se le nota que haya estado enfermo, lo que apunta a la teoría de que se habría enfermado para hacerse la víctima y recuperar su popularidad que va de bajada.

Lo que no podían faltar son las mentiras que como buen mitómano no puede dejar de decirlas, seré muy breve por el espacio que nos dan: “He estado trabajando con el Covid”. Nadie puede trabajar con los dolores de cabeza, la tos, la calentura, que tienen los que han sido contagiados.

Además, sale sin cubrebocas, pero dice que todavía tiene el coronavirus, o sea que le valió contagiar a los camarógrafos y dejar el virus

por los salones del Palacio Nacional. No está enfermo, se hace la víctima. Dijo que ya habían pedido 780 mil vacunas a Pfizer, otra tantas a Astra Zeneca y millón y medio a los rusos, que habló directamente con el presidente Putin y le prometió para marzo.

Luego estas cifras las convierte en 6 millones, cuando sólo suman 3, pero dejémoslo en 6 millones. Se necesitan dos aplicaciones de vacuna por persona, es decir que alcanzan para 3 millones de mexicanos. Serán para los adultos mayores, dijo, que según la última cifra del Inegi somos 15 millones de adultos, es decir que sólo alcanzará para el 20% de ancianos y somos 126 millones de mexicanos, es decir que sólo cubrirá 2.4% de la población, ¿Y el resto, para cuándo? Además, la vacuna rusa está contraindicada para todas aquellas personas que tienen hipertensión, diabetes y todos aquellos males que padecen generalmente los adultos mayores.

Esta vacuna ha sido rechazada por el 60% de los rusos, según la página del mismo gobierno ruso, porque no ha cumplido con todas las pruebas necesarias.

Dijo que había estado muy pendiente de que no faltaran camas de hospital, ni doctores, ni enfermeras, cuando la realidad es que el sistema de salud está rebasado en todo el país, ¿a quién quiere engañar? Todo mundo sabe, porque hemos tenido a alguien cercano que no pudo ser atendido en los hospitales públicos.

En una mañanera dijo que habían gastado 120 mil millones en compra de vacunas, ¿en dónde están? Después dijo que llevaban gastados 50 mil millones en vacunas, ¿en dónde están? Aunque AMLO dijo que la pandemia “le venía como anillo al dedo”, a mí me parece que el enfermo no está enfermo, como fue la rifa del avión, sin avión y las vacunas, sin vacunas.

Grave problema por falta de presidente.