/ lunes 18 de octubre de 2021

¿Y la salud mental?

Por: Lilia Aguilar Gil

"No hay salud, sin salud mental”, ese sería el ideal de bienestar de los seres humanos. Sin embargo, y a pesar de que estos últimos meses se habla más de ella, lo cierto es que es un tema subvalorado. La pandemia evidenció muchas fallas en torno a los servicios de salud, la accesibilidad y la inequidad que existe en los sistemas de seguridad social, y puso en el mapa la salud mental como un problema de salud pública que debe atenderse.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es: el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno sociocultural que los rodea, incluye el bienestar emocional, psíquico y social e influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante momentos de estrés. La salud mental es la base para el bienestar y funcionamiento efectivo de una persona y su comunidad.

Los números de la OMS señalan que, en promedio, 3 mil personas ponen fin a su vida diariamente. En México esta práctica se ha incrementado en los últimos años, tan sólo en 2020 un total de 7 mil 869 personas murieron por lesiones autoinfligidas. La tasa de suicidio en el país fue de 6.2 por cada 100 mil habitantes, superior a la registrada en 2019 de 5.65.

La agrupación Agentes de Cambio para la Prevención del Suicidio (Acaps) señala que en Chihuahua cada veinticuatro horas se pierde una vida por causa del suicidio, en su mayoría jóvenes y adolescentes, precisando que en la entidad ocurren 11.1 eventos de esta naturaleza por cada 100 mil habitantes.

Los Centros de Integración Juvenil (CIJ) en Chihuahua reportan al día llamadas pidiendo ayuda de 30 jóvenes con trastornos emocionales por la falta de empleo y problemas sentimentales, donde además se detecta un marcado consumo de alcohol y otras drogas, así como sentimientos pesimistas e ideas suicidas.


El doctor Amadeo Lugo, experto en salud pública, señaló́ que la salud mental ha sido eternamente relegada en México y esto se muestra en los presupuestos públicos. Explicó que mientras se destina el 5.9% del Producto Interno Bruto a salud tanto pública como privada, en países miembros de la OCDE se invierte el 9.4% (Alemania, Chile, Estados Unidos, Reino Unido, Turquía...) y en este tema las autoridades mexicanas sólo orientan el 2.5% a la salud mental.


Ante este panorama, la OMS recomienda que las políticas nacionales de salud mental no deben ocuparse únicamente de los trastornos mentales, sino reconocer y abordar cuestiones más amplias que fomentan la salud mental como la incorporación de la promoción de la salud mental a las políticas y programas de los sectores gubernamental y no gubernamental. Además del sector de la salud, es esencial la participación de los sectores de la educación, el trabajo, la justicia, el transporte, el medio ambiente, la vivienda o la asistencia social.

Después del inicio de la pandemia, la salud mental ha encontrado un lugar en la discusión pública, nos toca coadyuvar a ejecutarla y hacer que haya salud, con salud mental. Un primer paso es acercar a la gente estos servicios, por ello es que estos días los estaré llevando a la gente, a sus calles, a sus hogares, jornadas de salud para que puedan acceder a estos servicios y cuenten con esta importante atención y cuidados médicos.


Por: Lilia Aguilar Gil

"No hay salud, sin salud mental”, ese sería el ideal de bienestar de los seres humanos. Sin embargo, y a pesar de que estos últimos meses se habla más de ella, lo cierto es que es un tema subvalorado. La pandemia evidenció muchas fallas en torno a los servicios de salud, la accesibilidad y la inequidad que existe en los sistemas de seguridad social, y puso en el mapa la salud mental como un problema de salud pública que debe atenderse.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es: el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno sociocultural que los rodea, incluye el bienestar emocional, psíquico y social e influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante momentos de estrés. La salud mental es la base para el bienestar y funcionamiento efectivo de una persona y su comunidad.

Los números de la OMS señalan que, en promedio, 3 mil personas ponen fin a su vida diariamente. En México esta práctica se ha incrementado en los últimos años, tan sólo en 2020 un total de 7 mil 869 personas murieron por lesiones autoinfligidas. La tasa de suicidio en el país fue de 6.2 por cada 100 mil habitantes, superior a la registrada en 2019 de 5.65.

La agrupación Agentes de Cambio para la Prevención del Suicidio (Acaps) señala que en Chihuahua cada veinticuatro horas se pierde una vida por causa del suicidio, en su mayoría jóvenes y adolescentes, precisando que en la entidad ocurren 11.1 eventos de esta naturaleza por cada 100 mil habitantes.

Los Centros de Integración Juvenil (CIJ) en Chihuahua reportan al día llamadas pidiendo ayuda de 30 jóvenes con trastornos emocionales por la falta de empleo y problemas sentimentales, donde además se detecta un marcado consumo de alcohol y otras drogas, así como sentimientos pesimistas e ideas suicidas.


El doctor Amadeo Lugo, experto en salud pública, señaló́ que la salud mental ha sido eternamente relegada en México y esto se muestra en los presupuestos públicos. Explicó que mientras se destina el 5.9% del Producto Interno Bruto a salud tanto pública como privada, en países miembros de la OCDE se invierte el 9.4% (Alemania, Chile, Estados Unidos, Reino Unido, Turquía...) y en este tema las autoridades mexicanas sólo orientan el 2.5% a la salud mental.


Ante este panorama, la OMS recomienda que las políticas nacionales de salud mental no deben ocuparse únicamente de los trastornos mentales, sino reconocer y abordar cuestiones más amplias que fomentan la salud mental como la incorporación de la promoción de la salud mental a las políticas y programas de los sectores gubernamental y no gubernamental. Además del sector de la salud, es esencial la participación de los sectores de la educación, el trabajo, la justicia, el transporte, el medio ambiente, la vivienda o la asistencia social.

Después del inicio de la pandemia, la salud mental ha encontrado un lugar en la discusión pública, nos toca coadyuvar a ejecutarla y hacer que haya salud, con salud mental. Un primer paso es acercar a la gente estos servicios, por ello es que estos días los estaré llevando a la gente, a sus calles, a sus hogares, jornadas de salud para que puedan acceder a estos servicios y cuenten con esta importante atención y cuidados médicos.