/ sábado 16 de julio de 2022

¿Y los jóvenes?

Por: María de los Ángeles Ruiz

En últimas fechas o de diez años a la actualidad hemos venido registrando un incremento en la criminalidad, y también una mayor participación de personas menores de 18 años en estos actos, desafortunadamente para una lógica tradicional esto se ha incrementado y está provocando una bomba desde la perspectiva de esta pluma, ya que se están alineando una serie de factores de diferentes índole que nos dan como resultado más jóvenes con fusiles en las calles.

No se está descubriendo el hilo negro ni el agua tibia, pero es importante mencionarlo y empezar a socializar este gran problema, que está dándose como resultado de la suma de otros, pero que parece un huracán categoria 5 que no tiene por dónde empezar a desbaratarse.


¿Factores?


Embarazos infantiles y adolescentes; cada vez más normal ver niñas y adolescentes que quedan embarazadas y que esos niños que nacen de niños, se convierten en seres que pudieran o son, abandonados, maltratados, y utilizados como ejecutores de crímenes que encuentran la muerte pronto, pero dejando una estela de muerte en su trayectoria.

Desintegración familiar, se oye trillado, ya lo sé, pero es una realidad, hogares que tienen dinámicas de vida no aptas para los infantes, donde se les abusa, o no se les brinda las condiciones adecuadas para ser niños, y lo que les queda es la calle, donde encuentran caminos que los encarrilan en delincuencia.

Falta de oportunidades educativas, si no tienes para comer, menos piensas en estudiar, es un principio de librito, como dicen algunos, la educación es la puerta para poder superar problemas tan complejos como estos, pero si no generamos planeación que persiga un cambio real para los niños, nuestra sociedad está condenada a la autodestrucción, ¿lenta? ¿rápida? pues depende si ya le llegaron las balas o si sólo lo han rozado.

Apatía, doble moral, o desinterés de parte de los que pueden hacer cambios para mejorar o erradicar esta situación, la falta de la discusión entre las autoridades sobre esta problemática, y el interés en sólo temas electorales para los que se encuentran calentando la silla, deja de lado la real discusión y la inmediata necesidad de implementar de carácter urgente políticas públicas, que quite de las manos de la delincuencia a nuestros niños y nuestros jóvenes.

¿Hasta cuando esperaremos? Les indigna que al hijo del presidente le denominen “Chocoflan”, pero ¿no les molesta que un adolescente de 14 años haya sido robado y reclutado a los 12 años por grupos delictivos y educado en el arte de matar y cortar cabezas?

¿Que existen niños de primera y de segunda? Indignante de verdad, y es hora ya de hacer algo real, que aparte a nuestro futuro inmediato de ese infierno de vida, que sólo les garantizará unos pocos años de un inframundo en la tierra, llevándose a su paso a personas que le han costado muchos recursos a nuestra sociedad y a muchos mexicanos, como sucede cuando un joven sicario de 17 años asesina a un médico por no haberle pagado derecho de piso, y tres o cuatro días después si la plaza se calienta, el niño aparece muerto, y así empobrecen poco a poco a toda la sociedad.


Para su reflexión, abrazo. Hasta la próxima. AECH. ¡Gracias!




Por: María de los Ángeles Ruiz

En últimas fechas o de diez años a la actualidad hemos venido registrando un incremento en la criminalidad, y también una mayor participación de personas menores de 18 años en estos actos, desafortunadamente para una lógica tradicional esto se ha incrementado y está provocando una bomba desde la perspectiva de esta pluma, ya que se están alineando una serie de factores de diferentes índole que nos dan como resultado más jóvenes con fusiles en las calles.

No se está descubriendo el hilo negro ni el agua tibia, pero es importante mencionarlo y empezar a socializar este gran problema, que está dándose como resultado de la suma de otros, pero que parece un huracán categoria 5 que no tiene por dónde empezar a desbaratarse.


¿Factores?


Embarazos infantiles y adolescentes; cada vez más normal ver niñas y adolescentes que quedan embarazadas y que esos niños que nacen de niños, se convierten en seres que pudieran o son, abandonados, maltratados, y utilizados como ejecutores de crímenes que encuentran la muerte pronto, pero dejando una estela de muerte en su trayectoria.

Desintegración familiar, se oye trillado, ya lo sé, pero es una realidad, hogares que tienen dinámicas de vida no aptas para los infantes, donde se les abusa, o no se les brinda las condiciones adecuadas para ser niños, y lo que les queda es la calle, donde encuentran caminos que los encarrilan en delincuencia.

Falta de oportunidades educativas, si no tienes para comer, menos piensas en estudiar, es un principio de librito, como dicen algunos, la educación es la puerta para poder superar problemas tan complejos como estos, pero si no generamos planeación que persiga un cambio real para los niños, nuestra sociedad está condenada a la autodestrucción, ¿lenta? ¿rápida? pues depende si ya le llegaron las balas o si sólo lo han rozado.

Apatía, doble moral, o desinterés de parte de los que pueden hacer cambios para mejorar o erradicar esta situación, la falta de la discusión entre las autoridades sobre esta problemática, y el interés en sólo temas electorales para los que se encuentran calentando la silla, deja de lado la real discusión y la inmediata necesidad de implementar de carácter urgente políticas públicas, que quite de las manos de la delincuencia a nuestros niños y nuestros jóvenes.

¿Hasta cuando esperaremos? Les indigna que al hijo del presidente le denominen “Chocoflan”, pero ¿no les molesta que un adolescente de 14 años haya sido robado y reclutado a los 12 años por grupos delictivos y educado en el arte de matar y cortar cabezas?

¿Que existen niños de primera y de segunda? Indignante de verdad, y es hora ya de hacer algo real, que aparte a nuestro futuro inmediato de ese infierno de vida, que sólo les garantizará unos pocos años de un inframundo en la tierra, llevándose a su paso a personas que le han costado muchos recursos a nuestra sociedad y a muchos mexicanos, como sucede cuando un joven sicario de 17 años asesina a un médico por no haberle pagado derecho de piso, y tres o cuatro días después si la plaza se calienta, el niño aparece muerto, y así empobrecen poco a poco a toda la sociedad.


Para su reflexión, abrazo. Hasta la próxima. AECH. ¡Gracias!