Rosario Ordoñez Villagrán dedicó años de investigación para escribir el libro Sipúchaka, El vestido rarámuri, en el que plasma la cosmovisión del pueblo indígena habitante de la Sierra Tarahumara, y que a través de su indumentaria refleja los valores de las mujeres que se distinguen por la pasión y paciencia de su confección.
Durante la presentación, Cecilia Bolado, en representación de Kusá, manifestó que el libro guía a dónde tiene que llegar el vestido rarámuri, tiene que ser portado por mujeres rarámuris que exploten todo su potencial; además de haber sido escrito en rarámuri y español, con la intención de que sea leído también por lectores mestizos.
“El libro viene con un obsequio, con un separador, y está escrito en español y rarámuri, porque la escritora Rosario Ordoñez Villagán desea que sea leído también por mestizos”, expresó.
En la presentación la Maestra Rosario explicó que la obra literaria comienza con el origen del vestido en la etapa precolombina, con la descripción que hace un monje jesuita que llega en el año 1600, en plena colonia y cómo se encuentra a las mujeres vestidas, con faldas muy amplias de cuerdas y de hojas de maguey aplastadas. Los propios jesuitas buscaron vestirlas a las bautizadas, que ya vivían en la misión con ellos, y les buscaron un tipo de blusa (porque originalmente no había). Después, con la introducción de borregos, hicieron lanas, con la que hicieron cobijas y faldas.
“Luego viene un cambio nuevo con la manta, cuando llegan trabajadores en la minería del sur del país, introdujeron la manta. Poco a poco, la mujer va cosiendo la falda y la blusa de una manera específica, hasta llegar al actual vestido. Lo que vemos la falta y blusa, hay un gran cambio, quizá a simple vista no se perciba, pero hay una evolución, ya hay una moda con los holanes, apliques, de diferentes medidas, con toda una expresión a través del vestido, en cómo viven, cómo piensan”, explicó Rosario.
El libro está dividido por capítulos en los que explica la historia, los apliques, las telas, imágenes de réplicas, viene el paso a paso cómo se hace a máquina de coser o cosido a mano. Y viene también como se hace en la Baja Tarahumara. Así mismo, explica sobre los accesorios, en donde se explica el uso de los collares, y en qué lugares los acostumbran.
“Al final viene un cuestionamiento de qué va a pasar con este vestido. Este libro es en defensa, para que siempre esté y que no vaya a terminar en un vestido folklórico, nada más para las fiestas, sino que lo sigamos viendo en la ciudad, y que nosotras mismas, las sabochi, los usemos”, afirmó.
La Maestra Ordoñez definió los vestidos como una verdadera obra artística, que lo hacen con mucho amor, mucha paciencia. Y es un libro para admirar la falda rarámuri, el vestido rarámuri, y para defenderlo y también para admirar a quien lo porta y quien lo cose. Es un signo de admiración, que a través de las sipuchakas nos hablan de su paciencia, de su espiritualidad, de su buen gusto, de su elegancia y de su sencillez.
La publicación es una edición limitada, de venta en Kusá, con un costo de 300 pesos, con envíos a cualquier lugar.