En el norte de México, cuando llueve con sol se dice que “está pariendo una venada”. Este dicho se puede escuchar comúnmente entre personas que viven en el campo. Y aunque no es para nada una verdad científica, sí nos habla mucho sobre nuestra cultura.
La lluvia por sí misma es un bien muy apreciado por los habitantes del árido norte de México. En estas tierras la lluvia puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, como bien lo sabemos los habitantes de estados como Chihuahua y Nuevo León.
Por ello, la lluvia siempre tiene un aire milagroso para nosotros. Y una lluvia mezclada con los rayos de sol resulta todavía más rara. Por ello es posible que se le asocie con un hecho extraordinario como el nacimiento del cervatillo.
Sin embargo, hay otras posibles explicaciones para este curioso dicho popular. Ya que el venado, además de ser una especie fundamental para muchos de los ecosistemas del país, en las culturas del México Antiguo, es asociado con el sol o bien es un símbolo espiritual de gran importancia.
En el norte de México, el venado juega un papel central en la cosmovisión indígena. Y pueblos originarios de Sonora y Sinaloa, como los Yoreme, realizan la Danza de Venado, un ritual considerado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco.
Por otra parte, para los rarámuri que habitan principalmente en el estado de Chihuahua, el venado es el que enseñó a hablar a la humanidad, y a los rarámuri les enseñó a danzar, especialmente para su ceremonia conocida como Yúmare, o Yúmari.
Mientras, para los wixárikas (también conocidos como huicholes) que habitan en el estado de Nayarit, una de sus deidades principales es un venado azul llamado Kauyúmari, quien cuentan los guío hasta Wirikuta, la tierra que se convertiría en su hogar.
Como vemos, el venado es un animal de un profundo simbolismo para los pueblos de nuestra región. Y, como lo explica el arqueólogo chihuahuense, Alfredo López Austin, para los pueblos del centro del país como las nahuas, frecuentemente el venado aparece asociado con el sol, de la misma manera que el conejo se asocia con la luna.
No sería raro la creencia de que cuando está lloviendo con sol, una venada está pariendo, tenga un origen profundo en las tradiciones culturales previas a la llegada de los europeos a nuestros territorios.
Otros dichos sobre la lluvia con sol
En otras partes del mundo existen dichos e interpretaciones tradicionales sobre la lluvia con sol. Todos asociados a la condición extraordinaria de este fenómeno. Por ejemplo:
En el sur del país se dice que cuando llueve y sale el sol es porque “se están casando unos viejitos”.
En España, tradicionalmente, este fenómeno se asocia con las brujas. Y también le llaman “Sol de los gitanos”.
Mientras que en Francia existe el dicho de que cuando llueve con sol es porque “el diablo le está pegando a su mujer”.
Como se puede ver, la singularidad, y la condición aparentemente contradictoria de la lluvia soleada tiene muchas interpretaciones de acuerdo a las diferentes culturas. Por ello no sería difícil de creer que la idea de que las venadas paren cuando esto ocurre tenga profundas raíces en la cosmovisión indígena mexicana.