Aficionados búlgaros podrían pasar hasta cinco años en la cárcel por gritos racistas

Ya hay castigados por los incidentes de racismo en el Bulgaria vs Inglaterra, en las eliminatorias rumbo a la Eurocopa

AFP 

  · viernes 18 de octubre de 2019

Grupos de aficionados hicieron saludos nazis y gritaron mensajes homofóbicos durante el partido. / AFP

Sofía, Bulgaria.- Ya hay castigados por los incidentes de racismo en el Bulgaria vs Inglaterra, en las eliminatorias rumbo a la Eurocopa. Un búlgaro fue imputado y otros cuatro aficionados recibieron una multa y una prohibición de acceder a estadios luego de los incidentes racistas del lunes, dijo este jueves una fuente judicial a la AFP. Entre los detenidos, hay un menor de edad.

“Un hombre de 18 años fue imputado por vandalismo agravado y permanecerá 72 horas en prisión preventiva”, dijo la portavoz de la fiscalía de Sofía, Nevena Zartova.

Según el acta de acusación, el joven realizó gestos obscenos y saludos nazis durante el partido de clasificación a la Eurocopa-2020, perdido por Bulgaria (6-0). Además dio la espalda al terreno de juego y se bajó los pantalones en dos ocasiones.

Si es declarado culpable, el joven se arriesga a una pena de hasta cinco años de prisión. Las fuerzas del orden anunciaron su detención junto a otras cinco personas.

Las detenciones fueron posibles gracias a las cámaras de seguridad en el estadio Vasil-Levski, que permitieron la identificación rápida y segura de nueve aficionados por haber proferido gritos de mono y gestos nazis a los jugadores ingleses negros.

“De los otros cinco, cuatro recibieron una multa de 1.000 leva (511 euros) y prohibiciones de dos años de acceso a eventos deportivos. El proceso judicial contra el quinto, menor de edad, sigue en curso”, declaró la portavoz de la policía de Sofía, Svetoslava Kostadinova.

15.000 mil personas asistieron al partido cuyos incidentes desencadenaron una avalancha de reacciones por parte de aficionados y políticos, tanto en Reino Unido como en este país miembro de la Unión Europea.

El martes la UEFA abrió un proceso disciplinario contra Bulgaria, y el primer ministro búlgaro, Boiko Borissov, presionó para que dimitiera el presidente de la Federación Búlgara de Fútbol.

A través de un comunicado, el seleccionador búlgaro, Krasimir Balakov, se disculpó con los jugadores ingleses y con todos los que pudieron sentirse ofendidos.

El estadio Vasil-Levski ya fue sancionado con un cierre parcial para ese partido por los insultos racistas escuchados en junio, durante un partido ante Kosovo.