Si eres un amante de la naturaleza y la aventura, en la Sierra podrás encontrar un destino ideal para ti: la Barranca de Candameña en Chihuahua. Este rincón de la Sierra Tarahumara es un tesoro escondido que alberga dos impresionantes cascadas, Basaseachi y Piedra Volada, además de la escalada en pared vertical más alta de México, conocida como "El Gigante".
La Barranca de Candameña es un espectáculo natural con una profundidad que alcanza los 1,750 metros. Aunque no es la barranca más profunda de la región, su característica verticalidad y estrechez la hacen única en su tipo.
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Aquí, los abismos de más de un kilómetro de profundidad se suceden en cuestión de cientos de metros, ofreciendo vistas impresionantes a quienes se aventuran en este paraíso natural. La mayoría de esta área se encuentra dentro del Parque Nacional de Basaseachi.
Las cascadas más imponentes de la Barranca de Candameña son Basaseachi y Piedra Volada
La Cascada de Basaseachi es una maravilla que te dejará sin palabras y puedes admirarla desde el mirador ubicado justo donde cae el agua con una fuerza impresionante, además, este es el lugar donde nace la Barranca de Candameña.
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Una vereda turística te llevará desde el mirador hasta la base de la cascada, permitiéndote experimentar su grandeza de cerca. Otro mirador conocido como "La Ventana" te ofrece una perspectiva diferente de esta maravillosa cascada.
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Para aquellos que buscan una experiencia extrema, los miradores de Piedra Volada, ubicados en la parte alta de esta cascada, ofrecen una vista impresionante de la barranca. Desde aquí, podrás contemplar la imponente pared rocosa de "El Gigante".
En la Barranca de Candameña está la escalada vertical más alta de México
Las dos cascadas más destacadas de la Barranca de Candameña son Basaseachi, con una caída de 246 metros, y Piedra Volada, con una caída impresionante de 453 metros. Sin embargo, es importante mencionar que Piedra Volada solo muestra todo su esplendor durante la temporada de lluvias. Ambas cascadas están rodeadas de bosques de pinos y encinos, creando un entorno natural verdaderamente asombroso.
Para los valientes amantes de la escalada, "El Gigante" representa el desafío definitivo. Con una caída libre de 885 metros, esta pared vertical es la más alta de México. Sin embargo, es crucial entender que esta escalada es extremadamente peligrosa y no se recomienda para principiantes. Incluso montañistas experimentados han enfrentado situaciones críticas en su ascenso.