El doctor Luis Carlos Tarín Villamar, comisionado estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, y Martha Aurora Contreras García, gerente de Autorización y Dictamen Sanitario de Coespris, alertan a la ciudadanía a no caer en dichos engaños que pueden afectar más su salud en lugar de beneficiarla.
En los gimnasios es muy común que se vendan suplementos, los cuales no ingresan de manera legal al país y el etiquetado está en idioma extranjero.
En las clínicas, sobre todo dedicadas a enfermedades del metabolismo como la obesidad, venden supuestos suplementos, que en realidad las características de la etiqueta o el contenido no corresponden a un suplemento.
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“Un suplemento es un complemento a la alimentación, va a complementar minerales, vitaminas, nunca los va a bajar de peso, tampoco le va a dar mayor volumen muscular”, señaló Contreras García, quien agregó que es un engaño al público porque contiene cosas diferentes.
Los suplementos están normados, certificados y avalados porque tienen especificaciones que deben cumplir para consumirse y en qué cantidades.
Ante ello, la Coespris exhortó a la población a tener cuidado con lo que ingiere para que no minimice los riesgos.
El doctor Luis Carlos Tarín recomendó que acudan con el médico porque las recetas mágicas no existen.
El doctor Luis Carlos Tarín Villamar, comisionado estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, informó que a diario se realizan verificaciones de inspección y se ha detectado la proliferación de productos engañosos, los cuales se promocionan por redes sociales y la publicidad se hace de boca en boca, sin reparar en que pueden ser dañinos para la salud y que la peor consecuencia puede ser la pérdida de la vida.
Acompañado de Martha Aurora Contreras García, gerente de Autorización y Dictamen Sanitario de Coespris, mostró algunos de los productos que han sido asegurados, desde supuestos suplementos alimenticios, pastillas naturistas, pastillas sueltas, envases con líquidos de dudosa procedencia y contenido que no cumplen con el envase, alcohol prohibido para venta al público, entre otros productos y alimentos.
"Chupa panza" y engaños
Los productos “engaño” alimentan la esperanza de quien los consume, ya sea para bajar de peso, lograr una figura envidiable, tener mayor fuerza y vitalidad, o bien curar todas las enfermedades, sin embargo son productos no probados ni tienen protocolos de seguridad para su consumo, cuál es el efecto secundario.
Si cura se trata de un medicamento, pero los medicamentos legalmente tienen un manejo y por normatividad no pueden contener publicidad, es decir, no va a decir: curó A, B y C. Lo que sí informa es sobre lo que contiene, las condiciones de conservación, su forma de uso, restricciones y registro sanitario. El médico que lo prescribe es quien conoce para qué sirve.
Las autoridades de Coespris coincidieron en que habrá productos que hacen bien para algo que dicen, pero que afectan otras cosas. Se ejemplificó con una crema que ayuda a borrar las manchas y es muy buena, pero contiene mercurio, un elemento que se absorbe y se acumula en el cuerpo, pero no hay manera de eliminarlo.
“Estos productos se venden porque se van pasando la receta de boca en boca”, comentó el doctor Tarín.
Muchas personas los consumen porque afirman que se trata de un producto natural, “Un producto natural no implica que no pueda causar efecto tóxico en el cuerpo, puede ser una sustancia que se encuentra en la naturaleza pero tal vez no es conveniente usarla”, dijo Martha Aurora Contreras, ya que las hierbas o sustancias naturales están enlistadas en las cantidades que pueden usarse en productos herbarios y homeopáticos. Que una planta exista no la hace inocua, no tóxica y benéfica. Hay plantas que son tóxicas o pueden ser alucinógenas.
“Estos productos se usan por ignorancia, por buscar lo barato o bajar de peso rápido, todos buscan la fórmula mágica”, señaló el doctor Luis Carlos Tarín.
En redes sociales abundan anuncios como éste: “Vengo con temas sensibles, vengo buscando que me recomienden el tratamiento más efectivo que hayan usado para bajar de peso de esos bien clandestinos y prohibidos por la Cofepris pero bien maravillosos. Aclaro que sí llevo buena alimentación, que voy con nutri y hago ejercicio pero necesito una ayuda extra. Déjenme sus mejores recomendaciones y los secretos guardados por sus ancestros para mantenerse bellas”.
En los comentarios las chicas le recomiendan varias pastillas, todas prohibidas, una de ellas incluso causó la muerte de varias mujeres que las tomaron para bajar de peso.
“La gente pierde de vista el riesgo, tal vez funcionen para lo que quieren”, mencionaron las autoridades de Coespris.
A todo ello se suma el desconocimiento de la procedencia, el proceso de fabricación y bajo qué condiciones de higiene.
“La dosis es el veneno”, afirmó Martha Contreras.
Tras una denuncia lograron detectar una “fábrica” de este tipo de productos “milagro”, donde no era más que una casa, donde se fabricaban en condiciones deplorables. Se aseguró el producto y se clausuró.
Adulterados
“Mezcal de lechuguilla Chínipas”, reza el etiquetado improvisado y pegado con cinta canela a una botella de plástico o más producido está La Caldera de Don Tomás, un supuesto licor de agave que está en una botella de plástico de 5 litros, el cual incluso tiene el marbete que otorga la Secretaría de Hacienda, esas son muestra de las muchas bebidas que se venden en las tiendas y que no cumplen con las especificaciones de la normatividad sanitaria, estos productos deben contar con un envase rígido.
Al no cumplir con las normas este tipo de productos se aseguran por los verificadores de Coespris, al igual que el alcohol de tapa roja, éste no puede venderse a público en general, sólo a empresas que van a usarlo en procesos de industrialización o en hospitales. En las farmacias sólo debe venderse el de tapa azul.
Pastillas en las tienditas
En las tienditas de barrio es muy común que si le duele la cabeza pueda comprar una sola pastilla para tratar la molestia, sin embargo no es legal. El medicamento debe estar en su envase original y con el blister completo.
La ingeniera explicó que al no contar con el empaque la gente no sabe qué consume, si está contraindicado para mi salud, no contiene la fecha de caducidad, si puede causar reacción alérgica.
“Es inadecuado que se siga comercializando de esta manera”.