Para el año 2016, cuando Javier Corral Jurado tomó protesta como gobernador del Estado de Chihuahua, el 30.6% de la población se encontraba en situación de pobreza, mientras que para el 2020 este porcentaje se redujo al 25.3 por ciento, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Este 30.6 por ciento de la población chihuahuense representó a un millón 150 mil personas; en tanto que el 25.3 por ciento de la población significan 952 mil 500 personas, es decir, 197 mil 500 individuos menos.
En lo que respecta a individuos en situación de pobreza moderada, para el 2016, fue del 27.4 por ciento de la población, esto es, un millón 029 mil 100 personas; y acorde al último reporte emitido al 2020, alcanzó el 22.4 por ciento de la población: 842 mil personas.
Y, en el caso de población en situación de pobreza extrema, pasó del 3.2 por ciento o 120 mil 900 personas en 2016, a 2.9% de la población en 2020 que son 110 mil 500 personas, revelan estadísticas del Coneval.
Una persona se encuentra en situación de pobreza cuando tiene al menos una carencia social (en los seis indicadores de rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación) y su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.
En las periferias de la ciudad de Chihuahua pueden detectarse casos como estos de familias en pobreza y sus variantes, tal es el caso de la señora Antonia Villa Ortega, quien habita junto con su cuñada y una amiga en una pequeña vivienda construida en su mayoría con lámina, hule y cartón.
La mujer de 57 años que vive en la calle 87 de la colonia Vistas Cerro Grande, es de escasos recursos y carece incluso de lo indispensable; aparte, mostró su preocupación por que en unos meses llegará el frío y es una de las épocas más complicadas por las condiciones de la casa.