Concamin alerta que el sureste del país carece de inversión energética

Los estados del sureste constituyen la región que contabiliza tasas de variación negativas en materia de crecimiento económico

Juan Garcíaheredia

  · viernes 15 de diciembre de 2017

Dichas áreas del país enfrentan la consecuencia de no generar energía barata y accesible / Foto: Fernando López

La Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) alertó sobre la existencia de recesión en algunas localidades de Oaxaca, Tabasco, Guerrero, Chiapas e Hidalgo, debido a la falta de inversión en el sector energético.

“En términos generales, los estados más industrializados siguen avanzando a tasas superiores a los del sur-sureste que fallaron en la aplicación de una estrategia a favor de impulsar sus sectores transformadores”, destacó el organismo a través de su Centro de Estudios de la Industria (CEI).

Recalcó que Oaxaca, Tabasco, Guerrero, Chiapas e Hidalgo no solo concentran la mayor proporción de personas pobres dentro del total de su población, también constituyen a la región que contabiliza tasas de variación negativas en materia de crecimiento económico. “En algunas de estas entidades ya se vive una recesión ocasionada por la falta de inversión en el sector energético”.

De acuerdo con la agrupación empresarial, en estos momentos el problema (en tales zonas) no es la caída en el precio del petróleo, pues esto se frenó desde hace más de un año; más bien, el desafío que enfrentan es la contracción en inversión para elevar la exploración y producción de energéticos, así como la carencia de una cadena transformadora de dichos insumos.

“La desindustrialización les cobra la factura de contar con la dotación energética pero no tener la capacidad de refinarla o transformarla en otros bienes de mayor valor agregado como plásticos, productos químicos o textiles, por citar algunos de los más inmediatos”, según el reporte del CEI de la Concamin, presidida por Manuel Herrera Vega.

Conforme a las referencias, dichas áreas del país enfrentan la consecuencia de no generar energía barata y accesible para industrias como la siderúrgica, la cementara o del vidrio, sectores básicos en el desarrollo económico y social de las naciones más avanzadas.