Hemos platicado previamente de la Misiones Coloniales de Chihuahua, es decir de la huella de las fundaciones de los pueblos de nuestra provincia. En esta ocasión, toca hablar del archivo de la gran familia chihuahuense, el de las varias fes en sus distintas denominaciones, no solo la católica, que se guarda en el Archivo de la Arquidiócesis de Chihuahua, especialmente ahora que, merced a un Patronato de empresarios encabezado por Federico Terrazas Becerra, acaba de estrenar un inmueble exprofeso que está llamado a irradiar identidad y arraigo de quienes habitamos estas tierras fronterizas.
El Archivo Histórico de la Arquidiócesis
Nos relata el padre Disán Vázquez Loya que el origen del Archivo data de los tiempos de don Adalberto Almeida Merino, específicamente en 1981 cuando, luego de varias reuniones con sus pares de la antigua provincia de la Nueva Vizcaya, inauguró el (viejo) Archivo Histórico de la Arquidiócesis que, por muchos años, estuvo en el primer piso del edificio del Arzobispado, en ese tiempo a cargo del presbítero Manuel Acosta Contreras.
El espacio asignado se fue ocupando poco a poco con los documentos oficiales de la Iglesia, es decir, con las fes de bautismos, la propia biblioteca de la Arquidiócesis, con las colecciones de diarios de la ciudad, así como con otros archivos como el de los Caballeros de Colón que, a un servidor le ha tocado revisar. Tan abarrotada estaba la sala del Archivo que llegó a ser difícil la consulta de documentos. Prácticamente no había lugar para desplegar legajos, mucho menos para transitar entre cajas y anaqueles.
Por otra parte, en razón a las inundaciones que sufriera el Museo de Arte Sacro, dirigido por el padre Paulo Medina, que estuvo alojado en un espacio de la Catedral, se hizo necesario buscar un lugar apropiado para exhibir pinturas novohispanas, con orígenes chihuahuenses que datan de los siglos XVII y XVIII y cuya restauración se tasa en cientos de miles de pesos.
Importancia del Archivo
Los orígenes, la vida, la lucha y la muerte de nuestros antepasados, merecen ser recordados, aquilatarlos y también saborearlos. No es un falso orgullo sino un aprendizaje. Al contrario, necesitamos saberla para extraer de ella enseñanzas y vivir mejor. Difícilmente se puede mirar al futuro sin las bases del presente y del pasado. Un Archivo educa a la ciudadanía en la cultura del cuidado y de la conservación de lo propio.
Para el sector empresarial, la importancia radica en los diarios de la ciudad que se hayan en el Archivo y que registran los negocios, las marcas y los dueños de las empresas de otros tiempos. Al respecto cito simplemente, a modo de ejemplo, la edición de Áncora, revista de los años 40 que recoge muchos de los establecimientos comerciales importantes de esos años. No obstante, hay periódicos fechados en el siglo XIX que muestran la vida económica de nuestro Estado.
Para el Registro Civil del Estado, los documentos bautismales y matrimoniales, representan un acervo muy rico para depurar y enriquecer la información oficial. Incluso, se cuenta con datos de otras iglesias ya que Chihuahua ha sido un estado plural desde que la autoridad federal, en el siglo XIX, autorizó la colonización de evangélicos, mormones y, en el XX, de menonitas, entre otras denominaciones religiosas.
El Patronato del nuevo Archivo
Hace apenas tres años, el arzobispo Constancio Miranda Weckmann, dio pie a la formación de un Patronato que se abocara a la construcción del nuevo Archivo histórico de la Arquidiócesis. Desde que el padre Disán era el director del Centro Diocesano de Comunicaciones, así como del periódico Notidiócesis, se previó la adquisición de terrenos ubicados en la colonia Linss, destinados a cubrir distintos objetivos culturales, tal como hacen las empresas mencionadas.
Con el patrocinio del Grupo Cementos de Chihuahua, de Internacional en Cerámica, así como de Previsión Integral de México, se construyó un inmueble ex profeso para el Archivo, el cual apenas fue inaugurado el pasado 28 de junio de este año. También apoyaron la FECHAC y el Ayuntamiento. Cabe aquí mencionar que las especificaciones técnicas del edificio, cumplen con lo estipulado para un Archivo de primer mundo.
No hay en todo el norte del país y, escasamente en todo México, construcciones que cumplan con los requerimientos propios de un Archivo, de modo que éste se encuentra a la vanguardia en su tipo. Se cuidó la infraestructura enfocada a prevenir incendios y a evitar el efecto nocivo de la humedad. La iluminación está dispuesta adecuadamente para las salas de lectura. Cuenta con preparación para un segundo piso de documentación que requiriese lugar próximamente.
Adicionalmente a las actividades propias, el Archivo está preparado para llevar a cabo eventos característicos de un museo, ya que prevé mostrar al público chihuahuense, por temporadas y en paquetes, las pinturas que fueron parte del Museo de Arte Sacro. Igualmente, se contempla una sala de exhibición que muestre en vitrinas, libros originales de los siglos XVII y XVIII, documentos históricos excepcionales y ornamentos religiosos de diseños singulares.
El Consejo y las tareas a venir
También recientemente se constituyó un Consejo del Archivo, presidido por la historiadora Marisa Sen, apoyada por Cecilia Olague, Imelda Becerra, Marcela Palos, Eduardo Barraza y Eduardo Ibáñez, con los objetivos de: colectar, conservar y disponer de materiales; esterilizar, limpiar y catalogarlos; digitalizarlos y, en su caso, prestarlos; colaborar con archivos de otras índoles y latitudes; exponer y publicar textos y cuadros; ofrecer conferencias y cursos, así como promover la investigación y publicación producto de académicos, maestros y estudiantes.
El Archivo se suma a otros esfuerzos privados y públicos de preservar y acrecentar la memoria de nuestra patria chica, como las mencionadas Misiones Coloniales, pero también del Museo Casa Chihuahua, o de la asociación Tres Siglos, Tres Fiestas, de la cual hablaremos en otra ocasión. Éstas y otras iniciativas, aumentan el valor de nuestro Estado, y no hablamos solo del aprecio histórico o simbólico, sino del financiero, pues cimenta la riqueza turística de nuestro terruño.
