Los mercados de la ciudad han visto una reducción de las compras en los establecimientos, al caer hasta el 70 o 60% de su clientela habitual, lo cual genera incertidumbre en los comerciantes, que ven llegar el calor y temen a las cantidades de merma de productos que pueda generar.
“Por ahora estamos bien, en las mañanas aún hace fresco, por lo que no se nos ha generado tanta merma, pero ahí viene el calor, y tenemos el pendiente de que se nos va a comenzar a hacer malo mucho producto”, señaló uno de los dependientes del mercado.
Generalmente el mercado arroja un promedio de 10 kilos de merma en la semana, el cual se ha incrementado cerca de 20 kilos, según señalan los empleados, pero temen que con el cambio de temperatura, crezca a 150 o 200 kilos a la semana, por las bajas ventas.
Los comerciantes señalaron que este fin de semana pasado tuvieron una reducción aún mayor de clientela, a causa de los días santos, donde mucha de la gente prefirió no salir a las calles, al no haber actividades y estar detenido todo por los lineamientos de salud.
“El domingo fue el día que menos se vendió, porque la gente se quedó en su casa; se veían las calles completamente solas y aquí vinieron las personas directo a comprar lo que necesitaban en la mañana y el resto del día se calmó”, informó otro de los mercaderes.
Sin embargo, las ventas continúan con su ritmo, al ser una necesidad indispensable, pero por la temporada el aumento de precios ya se refleja en algunas frutas y verduras a la venta, las cuales han crecido su costo hasta un 20%.
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