El maestro de Economía Internacional de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Edmundo Zapién, indicó que la situación económica que vivimos no se había presentado desde la crisis del 2008, incluso algunos elementos como la caída en los precios del petróleo no se daban desde 1991, al inicio de la guerra del Golfo Pérsico.
Como antecedente a esta crisis y para poder entenderla un poco más y descifrar cuál es el impacto que se llevarán las empresas mexicanas, explicó para El Heraldo de Chihuahua que el mundo ya estaba esperando la caída e incluso el monstro financiero JP Morgan desde hace un año y medio lo había pronosticado y no ocurrió como dicen por el coronavirus.
Ante los pronósticos del año pasado, señala el entrevistado que los grandes consorcios empresariales ya estaban preparados para esta caída, pero serán las medianas y pequeñas empresas las más afectadas por que no están listas para recibirla.
A esta situación que ya se esperaba, explica, tenemos que agregarle el asunto de la “guerra” en los precios de petróleo que acaba de iniciar Arabia Saudita, donde nadie esperaba la respuesta tan contundente de bajar los precios y aumentar al máximo la producción del reino saudí a 12 millones de barriles diarios de petróleo, por lo que se espera que este precio a la baja sea sólo el inicio en el descenso del precio de esta materia prima.
Son tres situaciones que deben de preocuparnos a los mexicanos: analista
El primer elemento que debe preocuparnos, es que las caídas en la bolsa.
El problema no es que un indicador baje de nivel, el problema es que existen empresas que tienen inversiones en la bolsa de valores, tanto en bonos, como en derivados, que, al momento de caer el indicador, obviamente caen sus inversiones, por lo que los ahorros se esfuman o los posibles préstamos que se pidieron para poder comprar esos bonos, se tienen que pagar, pero ya sin tener el respaldo del bono, remarca el maestro Zapién.
El segundo elemento es el aumento del precio del dólar
Por un lado tenemos a los empresarios que venden a los EU en dólares norteamericanos, a ellos el aumento del dólar les va a beneficiar, ya que van a recibir más pesos por cada dólar vendido.
Por otro lado, tenemos a las empresas que contrataron créditos en dólares, y estamos hablando de un número bastante grande, ya que al contratar créditos en EU son más baratos, al tener la tasa de interés casi 5 veces más baja que en México, pero el pago que se realiza al fin de cuentas es en pesos, al estar las empresas instaladas en México y venden en México, por lo tanto los pesos los tienen que cambiar a dólares, y van a pagar a más pesos por el mismo préstamo, como pasó en 2008, cuando los empresarios mexicanos tuvieron que reestructurar sus préstamos, dañando con eso sus ganancias y posibles inversiones.
En la última arista, está el gobierno mexicano a quien el aumento del precio del dólar lo obliga a realizar subastas de dólares baratos para controlar la escalada del precio de la divisa, lo que disminuye sus reservas internacionales, y le afecta en sus préstamos que están en dólares, por lo que la deuda externa va a crecer, y las obligaciones de pago van a aumentar.
Tercero la caía del precio del petróleo
Dejamos el punto que parece que no le pega al empresario mexicano, que es la disminución en el precio del petróleo. Como dato central, tenemos que el presupuesto de ingresos de México, alrededor del 20% es por venta de petróleo, si en el paquete económico se consideró el precio del barril de petróleo en 49 dólares, y al día de hoy el precio del barril de la mezcla mexicana ronda los 35 dólares, tenemos un déficit en el ingreso por concepto de venta de petróleo.
Lo anterior significa que tendremos un posible déficit presupuestario, que tendrá que ser subsanado, o con un aumento de impuestos o con adquisición de nueva deuda, que al fin de cuentas se tendrá que pagar con nuevos impuestos o incremento de estos.
“Las empresas mexicanas tienen un panorama muy incierto y oscuro, ya que estos elementos que acabamos de explicar no van a ceder rápido, y debemos de agregarle, la disminución de producto que viene de China, debido al cierre de las empresas por motivo del coronavirus, cierre al que se está sumando Italia”