Con el fin de conmemorar el Día de Muertos y representar el vínculo entre los toreros y la muerte, el chihuahuense Alejandro “El Sigala” Rodríguez realizó una sesión fotográfica especial junto a la actriz Alejandra Romero, quien vestida de catrina, acompañó al torero en el emblemático Centro Cultural Quinta Gameros. Este trabajo artístico busca plasmar la esencia de la tauromaquia y su relación única con el riesgo.
“El Sigala”, distinguido en la Plaza de Toros de La Venta Guanajuato tras recibir el honor del indulto, rinde homenaje a su vocación luciendo un traje de luces decorado con detalles de cempasúchil. La simbólica flor resalta la conexión entre la tradición taurina y el misticismo que envuelve a la Catrina en el Día de Muertos. A través de esta danza, ambos actores se encuentran en una especie de juego simbólico entre la vida y la muerte, donde el torero, en su eterno desafío al peligro, parece estar siempre seducido por la figura de la muerte.
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La sesión se realizó en la histórica Quinta Gameros, un museo que destaca por su arquitectura de estilo Art Nouveau. Este espacio enriquece el contexto, otorgando una atmósfera cargada de historia y solemnidad. En las imágenes, el torero y la catrina se entrelazan en un juego de miradas y gestos que reflejan la tensión y el magnetismo que caracteriza la tauromaquia. La muerte, representada por la catrina, parece esperar pacientemente a su compañero de baile, que en cada corrida de toros se expone a sus brazos en un acto de valentía y vulnerabilidad.
Con una trayectoria de ocho años en la tauromaquia, Alejandro “El Sigala” Rodríguez ha acumulado múltiples éxitos en los ruedos. Su pasión y compromiso lo impulsan a seguir perfeccionando su técnica, y actualmente busca alcanzar la alternativa, un rito de paso en el mundo taurino que lo convertirá en un matador de toros. Rodríguez no solo muestra respeto por su arte, sino también por la rica herencia cultural que acompaña a esta disciplina.
Por otro lado, Alejandra Romero, la actriz que encarna a la catrina en esta sesión, cuenta con una prometedora carrera en el cine mexicano. Recientemente, participó en la película de terror Manos Brujas, filmada en distintas locaciones, incluido Nuevo Casas Grandes. Romero interpreta a Berenice, la protagonista de esta historia de horror, que la ha consolidado como una figura relevante en el cine nacional. Su interpretación de la catrina en esta sesión de fotos resalta su versatilidad como actriz, logrando transmitir la serenidad y majestuosidad de este símbolo mexicano.
Ambos artistas, orgullosos de sus raíces chihuahuenses, han hecho de esta colaboración una tradición anual. Cada Día de Muertos, buscan nuevas locaciones para sus sesiones fotográficas y explorar así la esencia de esta festividad. Entre los lugares donde han trabajado destacan el Centro Cultural Quinta Gameros y la histórica Hacienda Rancho Ganadero de Toros Bravos, propiedad de Don Rubén Acosta Rejoneador. Otros escenarios incluyen la Hacienda de Dolores y la Hacienda El Coyote, que datan de más de 375 años, y cuya atmósfera histórica aporta un toque de solemnidad y respeto a la representación del Día de Muertos.
Estas sesiones no solo rinden homenaje al Día de Muertos y a la figura de la catrina, sino que también reflejan la relación íntima que un torero como “El Sigala” tiene con la muerte. Cada corrida es un recordatorio de la fragilidad de la vida y la valentía que implica enfrentar el peligro. En la danza con la Catrina, el torero refleja esta conexión, desafiando a la muerte en cada movimiento, mientras la actriz, en su rol de Catrina, parece recordarle que siempre estará presente en el ruedo, aguardando pacientemente.
La colaboración anual de Alejandro Rodríguez y Alejandra Romero es una fusión de arte, tradición y cultura mexicana, donde el Día de Muertos y la tauromaquia se encuentran en un espacio que invita a la reflexión.
