El espectáculo ecuestre los Caballos Domecq se presentó con éxito el viernes en la Plaza de Toros La Esperanza, dejando a los asistentes un buen sabor de boca después de disfrutar música, baile, charrería y el virtuosismo de los jinetes de alta escuela montando ejemplares aztecas y españoles.
La fiesta comenzó pasadas las 21:00 horas, con un cuadro alusivo a la llegada de los españoles a tierra azteca y el primer par de caballos de magnífica estampa apareció en el ruedo.
Luego, al más puro estilo de los Aguilar o Joan Sebastian, llegó Jorge Bravo montado un brioso corcel mientras cantaba “El golpe traidor” y “Es la mujer”, éxito de Alejandro Fernández, para olvidarse de las penas y del frío.
En el siguiente acto, otro par de jinetes demostró su destreza con la garrocha, mientras dos bailaoras interpretaban “El beso en España”.
Carlos Rivas expuso su talento en el floreo con una reata nada tradicional, de color verde neón; luego dos jovencitas hicieron gala del manejo de sendos caballos, a pie, con las riendas largas.
Los potros “Letrado” y “Ocre” hicieron alarde de disciplina dando algunos de sus mejores pasos, como el español, natural, trote, galope, passage, elevación, reverencia y otros más.
Durante hora y media el público disfrutó un auténtico ballet ecuestre que está cumpliendo 50 años de poner en alto el nombre de México.
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