El oriundo de Morelia siempre supo que quería ser músico y productor, hace música desde los 12 años y a los 20 aprendió a usar un software de grabación para principiantes.
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“Desde entonces he producido música para comerciales, películas, videojuegos, para otros artistas, sobre todo para publicidad, por muchos años. Eso me llevo a una zona de confort, porque es muy sencillo ese medio, haces cosas que son reconocidas, la gente te busca para otros comerciales, te quedas en ese look”.
Pero un día se dio cuenta que estaba abandonando su sueño de ser un artista internacional y decidió dejar todo e irse al lugar donde las cosas suceden, “siento que para Latinoamérica México es lo más importante, pero Los Ángeles es a nivel mundial”, declaró.
Y es que como productor hacía más sentido irse a LA y tener la oportunidad de desarrollarse también como locutor comercial. Seguramente habrás oído su voz anunciando marcas como AT&T, Banamex, McDonald’s, Mercedes Benz, Sección Amarilla, Total Play y otras.
Alfonso hace música alegre para poner a la gente feliz, de buen humor, “estamos viviendo una crisis política, social, ambiental, en todo el mundo. Tenemos demasiados problemas con lo que vivimos día a día y a mí me gusta traer a la mesa un momentito de felicidad, de desahogo. Si logro que la gente mueva la cabecita, cante alguna de mis melodías, o de plano baile, estoy contribuyendo a que esto mejore de una u otra manera”.
Canta principalmente a las mujeres, al amor y considera muy importante seguir fomentando valores, “mis colegas del género urbano de repente cruzan esas líneas, que no está tan padre. Yo trato de hacer música con respeto, perfectamente puedes hacer cosas cachondas, hablar de sexualidad y sensualidad, de una manera muy respetuosa”, advirtió.
La experiencia de Alfonso en una ciudad tan internacional como LA es muy positiva, “la gente es muy abierta, nos apoyamos unos a otros, no importa la nacionalidad. Escucho lo mismo que escuchan ustedes de otros lados (sobre problemas migratorios) pero no lo vivo, no podría opinar, me han tratado increíble, igual que a la gente que conozco, hay mucho respeto”.
Y ¿cómo ve a México desde afuera? Señaló que hace falta reforzar los valores, empezando desde casa, “no ser corrupto, cuidar al otro, respetar, no pasarse el alto, todas esas cosas pequeñitas que construyen. Olvídate de la corrupción a altos niveles, devolver una cosa que te encuentras perdida, ese tipo de cosas nos hace mucha falta. Es cuestión que como mexicanos abramos los ojos y sepamos que el cambio, la responsabilidad, no es del gobierno ni de nadie más, sino de nosotros mismos. Al final del día cada país tiene el gobierno que se merece, quejarse del gobierno es quejarse de sí mismo”.
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