“Sí tenemos rampas, pero cuando la administración pasada cerró el paso vehicular de las calles que rodean el museo nos quitaron los señalamientos”, comentó Carlos Alberto Fernández, subdirector del Museo Casa Chihuahua, respecto a la información publicada el día de ayer por la presente casa editora sobre las dificultades que vive Eva Patricia Tecillo para acceder a las instalaciones debido a su incapacidad de movilidad en ambas piernas.
De acuerdo con el subdirector, las rampas para personas con discapacidad se construyeron a los costados del museo en el 2004. Sin embargo, cuando finalizó la remodelación del Centro Histórico en el 2013 se cerró el acceso a los vehículos en la calle Libertad y en la calle Vicente Guerrero por lo que les retiraron los señalamientos para las rampas y a la fecha no les han permitido instalarlos. De igual manera, respecto a la opción de pintar las rampas del identificable color azul que se utiliza para los espacios destinados a las personas con discapacidad el subdirector comentó: “No están pintadas, esa no es cuestión de nosotros, así recibimos el edificio. Eso habrá que reclamárselo a los constructores y a los diseñadores”.
La directora del museo, María Isabel Sen, comentó que en la entrada del museo se encuentra el mapa de la ubicación de las rampas, después de subir las escaleras debido a que si se ubica antes de éstas correría el riesgo de “ser llevado por el aire” o robado por la noche. Ante esta situación, comentó que se han presentado oficios a las instancias correspondientes para que se les permita instalar los avisos de manera permanente, pero a la fecha no han obtenido respuesta.
Las rampas se encuentran ubicadas en la calle Vicente Guerrero, en la entrada para acceder a la sala donde se exhibe el calabozo de Miguel Hidalgo, y en la avenida Vicente Guerrero, detrás de las letras que dicen “Casa Chihuahua”. Ésta última también es utilizada para carga y descarga.
Los trabajadores del museo explicaron que continuamente reciben capacitación para atender a la gente con discapacidad, por ejemplo: si una persona con discapacidad intenta subir por la parte delantera del edificio, se le orienta sobre la ubicación de las rampas y una vez que la persona se dirige hacia los accesos indicados, los guardias de seguridad “corren a abrir las puertas” para ayudarles a entrar, pues el museo se vio en la necesidad de cerrar el acceso de la calle Vicente Guerrero debido a la “prevalencia de jóvenes maleantes que roban en los locales de la Libertad”. Además, los baños dentro del museo cuentan con espacios específicos para personas con discapacidad, se cuenta con un ascensor, visita guiada enfocada a la inclusión de sentidos, sillas de ruedas para adultos mayores, personas con dificultades de movilidad en las piernas y embarazadas, así como con un tanque de oxígeno en caso de situaciones de emergencia.