A la dificultad de encontrar un lugar desocupado para estacionar el automóvil en la zona del Centro Histórico, hay que añadir que los dueños de los negocios usan esos lugares para colocar sus mercancías.
Así es como ocurre sobre la calle Segunda, a la altura de la Ángel Trías, donde los locatarios colocan rejas de madera o escaleras para exhibir los artículos que tienen a la venta.
Esto obviamente impidiendo que los conductores estacionen sus vehículos y tengan que seguir dando vueltas por todo el centro para conseguir un lugar.
Y es que además no son sitios con línea amarilla donde esté prohibido estacionarse, sino los lugares con parquímetro, que tendrían que estar a disposición de los conductores.