Luego de dos meses de pruebas, dos mujeres indígenas lograron acreditar el curso y se convertirán en operadoras del Metrobús.
Después de varios regaños de los chefs de Masterchef y una amarga salida del programa, Ana Cely, la concursante rarámuri, dejó atrás el dolor de aquellos días de platillos para enfocarse a la conducción de autobuses en su natal Chihuahua.
Como parte de la apertura de trabajo para todos los chihuahuenses, la Dirección de Transporte capacitó como operadores de la ruta troncal a dos mujeres y tres hombres de origen rarámuri, entre ellos Ana Cely Palma, informó el director David Holguín.
Desde hace dos años la Dirección de Transportes da la oportunidad de trabajo a hombres y mujeres que quieran aplicar las pruebas para certificarse como conductor del autobús de la ruta troncal, sin embargo, no todos culminan los exámenes, porque son sometidos a pruebas rigurosas por la responsabilidad que conlleva el traslado de pasajeros.
“Nosotros desde hace dos años hemos abierto la puerta a todos, se les contrata con un sueldo y finalmente si pasan todos los exámenes se gradúan”.
A lo largo de esta capacitación, han encontrado buenos elementos, tanto hombres como mujeres y para los cursos que iniciaron hace cuatro semanas se acercaron etnias de la Sierra Tarahumara para solicitar la preparación inicial.
Dentro de este nuevo grupo destacan dos mujeres rarámuris, quienes sorprendieron en los primeros exámenes por su destreza al volante. Las damas ya habían manejado camiones troceros en la Sierra Tarahumara.
Los choferes de un autobús de pasajeros trabajan siempre bajo presión y tienen que resolver situaciones difíciles como el tráfico pesado en horas pico y buscar rutas cuando existe un bloqueo, fue necesario pasar todo el curso.
Las cursantes manifiestan que la gente que viene de la Sierra Tarahumara no sólo pueden trabajar como trabajadores domésticas, de mandaderos, jardinería o albañilería puesto que también pueden desempeñar labores como conductoras de transporte y por ello hacen la capacitación para ver si cumplen con todo los requisitos.
¿Quién es Ana Cely Palma?
La tímida y sencilla mujer, de 36 años, se define como promotora cultural e intérprete rarámuri, es nieta de don Erasmo Palma Fernández, violinista y compositor de Guachochi, Chihuahua, y la vida de éste fue llevada a la pantalla grande por Ángel Estrada en Ladrón de violines.
También es ensayista, escribió Mirada Interior que es una disertación sobre la importancia de la literatura rarámuri, y cómo la expresión humana deriva en la creación de obras trascendentales de su cultura.
"La ficción como requisito de los géneros literarios no existe en el mundo rarámuri, porque cuando se dice es verdad, una palabra tiene necesariamente que ser verdad, esto hace que aquello se construye con la palabra", apunta Ana Cely como una entregada filósofa que ahora conducirá el bus.
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