La venta de lápidas y monumentos se cayó por completo con la sindemia del virus SARS CoV2, ya que cerraron los camposantos, apenas registran una recuperación del 15 por ciento y ya temen por un nuevo cierre. Aunado a la mala noticia de la cancelación de la Feria del Hueso.
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Alberto Márquez, propietario de la Marmolería Santa Fe explicó que el sector pasa por una situación sumamente difícil, desde el mes de marzo que inició el confinamiento dejaron de trabajar. El mes de mayo por tradición sus ventas se elevan porque los deudos deciden darle una “manita de gato” a las tumbas de sus seres queridos, principalmente a la madre, sin embargo no hubo oportunidad de trabajo.
La situación los obligó a acudir al municipio a solicitar una oportunidad de empleo, metieron varios oficios para que les permitieran el ingreso a los comentarios, pues en junio con la llegada de los paisanos repuntó la demanda.
Los cementerios municipales abrieron, el cementerio de Dolores no les permitieron la entrada, al igual que en La Piedad y Santa Fe. El cementerio La Colina no lo cerraron.
Alberto Márquez señaló que la Marmolería Santa Fe tiene 25 años de tradición, las lápidas que solicitan van de 8 mil hasta 50 mil, cuenta con 12 empleados a quienes se les siguió pagando durante la contingencia, “Teníamos un colchoncito pero ahora ya se nos acabó, necesitamos trabajar”.
La incertidumbre los salta, ya que se les ha dicho de manera extraoficial que los cementerios se cerrarán a partir del 20 de octubre para evitar aglomeraciones.
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