El Comisionado Estatal de Atención a las Adicciones, Javier González Herrera, afirmó que los centros de rehabilitación no pueden llevarse a las personas a la fuerza para internarlos en un programa de rehabilitación contra algún tipo de droga como se ha viralizado en redes sociales por parte de estos espacios de atención a las adicciones.
"En ninguna parte se puede, está completamente prohibido, no hay ningún tipo de facultad de un civil de trasladar en contra de su voluntad a otro civil" dijo el Comisionado quien se hace cargo de revisar estos centros dentro del estado de Chihuahua
Consideró que es una pésima práctica y que si bien se pueden hacer los traslados, estos siempre deben tener una autorización de algún familiar, y además debe participar elementos de seguridad para auxiliar en el mismo.
"Se autodenominó la patrulla espiritual y espero que ese término se erradique ya muy pronto y no se vuelva a utilizar, puede existir un traslado en contra de la voluntad de la persona cuando el centro, tiene un modelo que lo autorice que pueda tener preparación para la desintoxicación y que sea siempre con el apoyo de la fuerza pública, es decir, el familiar habla, y seguridad pública municipal los auxilia".
El Comisionado Javier González Herrera, aseguró que los llamados de la familia son indispensables para que se pueda concretar algún traslado hacia alguno de los centros de rehabilitación, ya que en muchos de los casos los adictos tienen comportamiento agresivo en contra de todas las personas que tratan con ellos.
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"La fuerza pública tienen un listado de los centros autorizados por lo que nosotros les emitimos, entonces le dice a qué centro va, sí, está autorizado para el traslado lo llevamos, si no está autorizado para el traslado, se le informa que tiene que ser alguno de los aprobados y ya la seguridad pública municipal lo traslada a un central autorizado, pero con personas profesionales", señaló.
En redes sociales, se ha generado gran tendencia por un grupo de personas que se denomina "patrulla espiritual" que localizar a personas en situación de calle y con aparente adicción a sustancias, a los cuales se llevan a la fuerza con la intención de brindarles un programa que los pueda ayudar a salir de la adicción en la que se encuentran.
Dijo que aunque la intención es buena, existen principios de derecho humanos y por temas jurídicos que impiden que se concreten este tipo de traslados a la fuerza por parte de miembros de centros de rehabilitación.
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