El relleno sanitario de la ciudad de Chihuahua utiliza un modelo operativo con 50 años de retraso, ante el incorrecto tratamiento que se le da a las 195 toneladas de plástico que se depositan al día y mil toneladas de desechos orgánicos, de acuerdo con Benjamín Gutiérrez Flores, representante de la empresa Petgas, dedicada a la trasformación de los desechos plásticos en combustible que iniciará trabajos en el municipio.
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Gutiérrez explicó que los chihuahuenses no se dan cuenta del problema al considerar que el daño al medio ambiente solo se da en las costas del país, cuando la realidad es que el incorrecto trato de los desechos agranda las propiedades desérticas de la entidad, con la contaminación de las presas y ríos. Por ello han estado en reuniones con el alcalde electo, Marco Bonilla, para recomendar la operación del relleno sanitario que se plantea crear en la siguiente administración.
“El plástico no es un enemigo, el plástico es un aliado. El error es desecharlo sin darle el tratamiento adecuado”, dijo y explicó que al enterrar las toneladas de basura, método utilizado en el relleno sanitario, el plástico nunca se biodegrada además de que los residuos orgánicos liberan gases (metano y butano) que contaminan la atmosfera y ocasionan los incendios en la zona.
Por ello, indicó que la solución es instalar centros de transferencia, en lugar de rellenos sanitarios, para que los residuos sólidos urbanos puedan ser trasformados en energía a través de la pirolisis no catalítica, es decir, trasformar los plásticos en gas a través del calor sin llegar a la combustión.
A través de la filtración de las moléculas de carbono de dichos gases, se logra generar diésel, gasolina, keroseno, parafina e incluso gas propano y butano, estos últimos se combinan con oxígeno para poder sustentar de nuevo todo el proceso. Lo que convierte a Petgas en una tecnología autosustentable.
De los cinco tipo de hidrocarburos que resultan del proceso, el 75% corresponden a diésel y gasolina, los cuales cuentan con un mayor nivel de octanaje, debido a la limpieza con la resultan al refinar el plástico.
“Nosotros estamos refinando el plástico, que es petróleo ultra refinado, tan ultra refinado que ya no trae plomo y ya no trae azufre. Al aplicarle la ingeniería inversa, que es convertir el plástico en energéticos, tenemos un combustible mucho más limpio”, detalló.
Gutiérrez explicó que el inventor de la tecnología es Edgar Padilla, originario de salamanca, Guanajuato, quien desarrolló desde hace siete años el proceso al entender que el plástico es energía en potencia.
A inicios del 2021 les fue liberada a patente e instalaron su primera planta en Cancún, Quintana Roo. La segunda será instalada en la ciudad de Chihuahua, sobre la carretera al municipio de Cuauhtémoc que espera esté en funciones para inicios del 2022.
El objetivo de Petgas en la capital de la entidad es posicionar a Chihuahua como el primer municipio libre de plásticos dentro de los siguientes tres años. Para ello, han realizado acercamientos con la nueva administración municipal que entrará en funciones en septiembre.
Lo anterior, debido a que por ley, el dueño de la basura es el Gobierno Municipal. La alianza generaría una alternativa al procedimiento actual del relleno sanitario, puesto que los desechos plásticos no tendrían que ser enterrados en el suelo. Sin la colaboración de la iniciativa privada y de los gobiernos, Petgas puede eliminar el 10% de los residuos de Chihuahua, en un inicio.
“Queremos que el estado de Chihuahua no tenga plásticos. Que todo el residuo plástico del estado, cerca de 500 toneladas de plástico diario, sea trasformado. Necesitamos muchas voluntades. Que converjan en el sentido de protección del medio ambiente y buen manejo de los residuos”, dijo.
