La grey católica elevó sus plegarias por los gobernantes, para que realicen mejores políticas públicas y, por la reconversión de los victimarios que han perdido el sentido de la caridad y la fraternidad, ello como parte del cierre de la Jornada de Oración por la Paz.
En la Catedral Metropolitana, el presbítero Raymundo López Aguirre exhortó a los fieles a orar con vehemencia al creador para que brinde al país y al estado esa paz tan anhelada.
“Cuida a tus siervos que imploran tu benevolencia, renueva en ellos tu obra creadora y consérvales tus dones de redención”, dijo al iniciar la oración dominical, para que el Señor, príncipe de la paz, premie los esfuerzos de todos los hombres y mujeres de buena voluntad con los que juntos construyen la civilización del amor.
En las celebraciones eucarísticas de este domingo, la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica pidió a las parroquias orar por los gobernantes y victimarios.
En la homilía invitó a los fieles a tener cuidado con la avaricia y la codicia, porque eso los empobrece, los animó a descubrir los regalos que Dios les ha entregado: su capacidad intelectual, un corazón grande, manos extraordinarias y que son capaces de hacer amigos, brindar generosidad, solidaridad y buscar la verdad y la justicia.
“Lo que le da ilusión a la vida no son las riqueza, sino el sentido que le damos a ellas”, señaló el presbítero, quien agregó que es necesario morir al hombre viejo y resucitar en uno nuevo pensando en hacerle bien a los demás, en como agradar al otro y como compartir lo que se tiene como es el tiempo, ilusiones, sueños, y descubrir que todos necesitamos de todos, porque cuando se encierran en si mismos se empobrecen.
Enfatizó que la felicidad plena se alcanzará cuando se cumpla el mandamiento: Amarás a Dios con todo el corazón y al prójimo como a ti mismo.
En la oración comunitaria se hizo oración por el papa y los obispos, por Andrés Manuel López Obrador, por María Eugenia Campos Galván y por Marco Antonio Bonilla Mendoza, principales responsables del orden y la tranquilidad de todos los ciudadanos, para que rechacen el mal uso del poder, la corrupción, la falta de respeto a las leyes y la indiferencia.
También se oró por los legisladores locales y federales, para que, junto con el poder ejecutivo, trabajen por una sana política que actúe desde la “caridad social”, con visión amplia, capaz de reformar las instituciones, coordinarlas y dotarlas de mejores prácticas, que permitan superar presiones e inercias viciosas y ayude a pensar en el bien común
Por la conversión de los victimarios, que han perdido el sentido de la caridad y la fraternidad, para que busquen la luz de la razón y de la fe, para que sean conscientes de no causar tanto dolor y muerte y recapaciten en sus actos, de tal modo que mas bien busquen la virtud que les haga entender que sus prójimos no tengan que padecer la miseria del dolor y de la pobreza.
En la oración también se pidió al Creador atender las suplicas de su pueblo, para que inicien el camino de la reconciliación y la paz, para que con un trabajo coordinado y unido se pueda ir tejiendo una nueva sociedad consciente y respetuosa de la dignidad humana de los otros.
Con estas celebraciones eucarísticas se cierra la Jornada de Oración por la Paz que durante el mes de julio se desplegó tras el homicidio de dos sacerdotes jesuitas y un laco. Durante este mes se realizaron diversas acciones a fin de movilizar a los católicos e invitarlos a unirse en pro de la paz.