Adrian Almeida, director y docente de teatro en el Cedart David Alfaro Siqueiros y la Uach, comentó la precariedad y austeridad que vivió el arte local durante la pandemia del Covid-19, siendo esta, en su perspectiva, una catástrofe para la puesta en escena en Chihuahua, en específico a las actividades presenciales.
El director afirmó que aunque hubo un repunte en cuanto a la literatura y a la industria del entretenimiento en general como el cine, o las plataformas de streaming, para el arte presencial, como lo son la danza y el teatro sufrieron una pérdida en general.
A pesar de que muchos creadores intentaron adaptarse a las plataformas como Zoom, la cual ya existía, pero representaba nueva alternativa para presentar teatro, sin embargo el público se resistía y desconocían como artistas el medio, por lo que fue difícil vender boletos para una obra digital.
Se abrió también la experiencia del streaming de obras, es decir que proporcionaban a los espectadores vídeos de puestas en escena, pero ni los grandes productores supieron cómo utilizarlos.
Además de el teatro el docente, incursiona en la fotografía, de la cual mencionó que quienes se dedican a esto, pasaron una situación difícil durante la cuarentena, pues normalmente subsisten con eventos sociales, sin embargo es un área que apenas se va recuperando, pues la crisis económica desencadenó la falta de fotografía artística.
En cuanto a la reapertura que apenas se está viviendo de unos meses para acá se ha sentido un cambio visible en cuanto al aforo, y que por todas las cuestiones que trajo la pandemia las personas no estaban muy abiertas a ir al teatro.
“Eso obliga a los creadores a hacer obras con menos gente, por esto mismo se ha incursionado en unipersonales o monólogos, es la forma en la que el artista teatrero ha encontrado una manera de expresar, por que incluye menos gente y menos producción y se puede ensayar en casa sin exponerse.”
Otra de las alternativas es como la que tomó la Compañía Strongylus, que montaron una obra en un estacionamiento y los veías desde el automóvil, además de este “hay un renacimiento de los espectáculos pequeños pero grandes en contenido y en imaginación” comentó Adrián Almeida.
En su experiencia personal él ya contaba con un lugar cerrado para ensayar y practicar su espectáculo de improvisación y demás puestas en escena, por algún tiempo tuvo que realizar estas actividades lo hizo virtualmente, y posteriormente ensayo al aire libre, lo cual para su grupo significó un beneficio en algunos aspectos.
Esto por que sus estudiantes los cuales de otra manera solo vería de manera virtual, han asistido facilitando así aprendizaje.
Por ahora presentó sus espectáculos en cafés, formato que ya existía antes de la pandemia pero el público no estaba tan abierto a un escenario que no fuera dentro de un teatro grande.
Por otro lado aseguró que “el cierre de los grandes teatros no afectó tanto a la puesta en escena local puesto que no hay una industria en chihuahua, para los creadores locales las presentaciones en teatros grandes era una o dos veces al año… afectó más el cierre de las escuelas puesto que de ahí subsistían a las pequeñas compañías”