Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa, así tendrán un gran premio y recompensa del altísimo porque él es bueno hasta con los ingratos, fue el exhortó en la sagrada eucaristía del VII Domingo Ordinario.
Don Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua en su homilía pidió a la grey católica no juzgar y no serán juzgados, que no condenen y no serán condenados, que perdones y serán perdonados, pero sobre todo que den y se les dará.
Señaló que este domingo el mensaje del evangelio es que no se valen las excusas y con la misma vara que midan serán medidos, por lo que deben de tratar a los demás como quieren que los traten. “En definitiva nos pide amar como el padre celestial nos ama”.
Al presidir la misa dominical en el Catedral Metropolitana de Chihuahua explicó que los seguidores de Cristo no pueden excluir a nadie del amor, porque en la medida que den de manera generosa recibirán, “Quienes muestran que es el amor de Dios no excluye a los enemigos, a él no le faltaron enemigos pero supo amarlos. No debemos devolver mal por mal, sino volver bien por mal, siempre volteando a la cruz y cueste lo que cueste”.
Don Constancio señaló que la respuesta del cristiano podría ser que reconozcan que no actúan como Jesús lo hizo pero que pueden hacerlo mejor, que a ello se comprometen.
“Jesucristo espera mucho de nosotros, no seamos chiquiteros, espera mucha generosidad no quiere que nos quedemos a medio camino”.
Este domingo además elevaron sus oraciones por los enfermos y difuntos.