Brenda Carrasco Alonso, originaria de Delicias, informó a esta redacción que, luego de extraviar su credencial del INE, y haberla recuperado, personas defraudadoras utilizan la fotografía de su documento para engañar gente en redes sociales y pactar compraventas de las que reciben depósitos bancarios impunemente.
La afectada de robo de identidad, ha comentado que los compradores defraudados acuden a su domicilio para reclamarle el pago del dinero o la entrega de los objetos que habían pensado que comprarían; al denunciar ante la Fiscalía General del Estado, el robo de su identidad, comentó que las autoridades solo reportaron su credencial como robada y la dieron de baja, sin que procediera su denuncia por algún otro ilícito.
Ante el temor de las amenazas y represalias de las personas defraudadas, la mujer tuvo que salir de su domicilio y realizar diversas publicaciones en redes sociales para advertir a las personas del fraude que se comete en su nombre, invitando también a no realizar ninguna clase de depósito si no concretan una cita en persona para ver lo que quieren comprar.
Agregó que, al verse envuelta en esta situación, se ha dado cuenta que los maleantes utilizan los mismos métodos, mismas cuentas de Facebook, mismos números de teléfonos para comunicarse con las personas que engañan y que incluso, ella no es la única afectada con este robo de identidad, pues al menos ha conocido a otras tres personas que sufren de este ilícito.
“Me dijeron en la Fiscalía que yo no tenía ningún delito qué denunciar, que en todo caso denunciaran las personas defraudadas; pero ellas mismas, al denunciar, se burlan de ellos y les dicen que nadie les obligó a depositar el dinero”, expresó la entrevistada.
Fue en los últimos de mayo cuando perdió la credencial del INE, y una amiga de su hija le mandó una foto que un muchacho publicó del documento, para encontrar a su dueña; sin embargo, la persona, aunque bien intencionada, no cubrió sus datos personales y los ciberdelincuentes aprovecharon la situación para enviar la foto a las personas y darles confianza para depositar dinero. Los depósitos van desde los mil 500 hasta los 60 mil pesos.
Ella detectó las publicaciones engañosas, y se comunicó a los números telefónicos que proporcionaron; indicó que la persona que le contestó, un hombre con acento sureño, la insultó y la amenazó, hasta que se dio cuenta que lo tenía en altavoz para grabar la llamada y fue cuando negó rotundamente poseer la fotografía de su credencial para robar a la gente.
“Han publicado la foto de mi credencial diciendo que los engañé y que los robé, advirtiendo a la gente de mí. Me comunico con ellos para decirles lo que está pasando y algunas veces las personas sí entienden, pero por lo general están enojados y tengo miedo de represalias que me afecten a mí y a mi familia”.
Finalmente, la afectada hizo un llamado a las autoridades para que pongan atención al caso y realicen las investigaciones pertinentes, para dar con las personas responsables, que han robado su identidad, el dinero de muchas personas y han puesto en peligro su privacidad y su integridad, así como las de su familia.