La consejera presidenta del Instituto Estatal Electoral (IEE), Yanko Durán Prieto, consideró importante que las autoridades electorales se replanteen la manera en la que se conforman las mesas directivas de las casillas durante las jornadas electorales, a fin de evitar las anulaciones de las mismas por la falta de cumplimiento de los ciudadanos insaculados.
Luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) dio a conocer que Chihuahua fue la segunda entidad en la que más casillas se anularon en la pasada contienda, la consejera externó su opinión al respecto de esta situación.
“Espero que en próximos procesos se haga este replanteamiento y espero también que la ciudadanía también poco a poco vayamos adquiriendo mayor responsabilidad de la función que nos toca hacer el día de la jornada, en el desarrollo de los procesos electorales”, externó.
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Y es que, a decir del TEPJF, las anulaciones se dieron debido a que las personas que conformaron las mesas directivas de las casillas electorales no correspondían a las secciones en donde se ubicaban los centros de votación.
Por lo que, reconociendo que la instalación de las casillas electorales es una tarea que le corresponde al IEE, explicó que, con mayor frecuencia, se presentan casos en los que los ciudadanos que han sido insaculados para estar al frente de los centros de votación, al final no se presentan.
Eso implica que se elijan a personas de la fila o a conocidos de los que están al frente para que ocupen esos cargos faltantes y poder abrir las casillas electorales. “Es un fenómeno que desafortunadamente se da de manera muy común porque cada vez más la ciudadanía no atiende este llamado y finalmente el día de la jornada no se presentan”.
Es por ello que precisó que no es motivo de orgullo el hecho que Chihuahua encabece las listas de casillas anuladas, pero recalcó que eso llama a un replanteamiento respecto a la manera en la que se eligen a los ciudadanos, los incentivos que se les dan a los que participan, las capacitaciones que debe haber, etcétera.
Asimismo, hizo hincapié en que se debe fortalecer la educación cívica desde temprana edad para que la gente entienda que lo político electoral no solo representa un derecho, sino una obligación, además de dar certeza a la ciudadanía respecto a los resultados de las contiendas.
En ese tenor, elaboró que, a las autoridades electorales les corresponde difundir el civismo en los centros escolares; a los docentes, reforzar esas enseñanzas; y a los padres de familia ayudar a contribuir a esa educación respecto a que se debe “asumir la responsabilidad y no solamente exigir el cumplimiento de un derecho”.
