Monseñor Constancio Miranda Weckmann, arzobispo de Chihuahua, presidió la sagrada eucaristía en el segundo domingo de Adviento, desde la Catedral Metropolitana de Chihuahua, en la que invitó a la conversión y preparación para recibir el tiempo de la Natividad de Jesús.
Al inicio de la ceremonia religiosa, se realizó el encendido de la segunda vela de la corona de adviento, en la segunda semana de este tiempo de gracia, en la que se presenta el significado de Juan el Bautista, su figura se impone como una actitud de fidelidad y de respuesta a la nueva manifestación de Dios, al Mesías que se avecina a aparecer en la Tierra.
“Juan el Bautista nos habla de la necesidad de conversión, del cambio de mentalidad y vida, para poder encontrar, reconocer y seguir al Mesías. La persona de Juan el Bautista aparece como la señal de la Salvación tan esperada de Dios”, manifestó el arzobispo Constancio Miranda.
El jerarca católico de Chihuahua cuestionó en forma introspectiva, cuál es preparación para este tiempo de Adviento; si es con tiempo en familia, desde el hogar, desde el corazón, para estar listos y abrirse a que el Salvador nazca en la vidas.
“Preparemos el corazón, hermanos, acercándonos al sacramento de la reconciliación y de la comunión, en la misa. Hagamos una gran red de oraciones y consigamos todo lo necesario para que este nacimiento cuando suceda, sea un acontecimiento agradable y el Señor encuentre un lugar, donde él se quede. Allanemos los caminos para que la salvación llegue hasta nosotros, sin ningún estorbo. Entre Dios en nuestros corazones y se quede en nuestras vidas”, invitó.
Además, exhortó a fijar un propósito como visitar a alguna persona en vulnerabilidad, con todas las precauciones que impone la pandemia, realizar obras de caridad, oración constante, para que el corazón sea un lugar agradable, donde él nazca.
“Vamos a hacer el propósito de orar en familia, pidámosle a la Santísima Virgen, acerquémonos a ella, para que nos ayude a preparar nuestros corazones, para la llegada de su Hijo”, alentó.
Durante la misa participó el Coro Diocesano, Ministerio de Alabanza, a quien agradeció Monseñor Miranda, así como deseó a toda la feligresía un feliz domingo.