Esta temporada invernal ha estado marcada por los efectos del fenómeno de El Niño sobre el territorio mexicano: Mientras que el norte del país vive un invierno especialmente frío y seco; el sur experimenta temperaturas muy cálidas. Ahora a este fenómeno de El Niño “fuerte”, como ha sido denominado, se le suma otro importante acontecimiento meteorológico la Oscilación Madden-Julian (MJO).
Iniciando febrero, la Oscilación Madden-Julian (MJO) facilitará la formación de una DANA, sumándose a la corriente en chorro, un frente frío y aire polar que han sido pronosticados por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), y juntos provocarán un importante descenso en las temperaturas para las próximas semanas en el norte de México.
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DANA, que significa Depresión Aislada en Niveles Altos, es un fenómeno meteorológico que ocurre cuando una área de baja presión en las capas altas de la atmósfera se queda prácticamente quieta sobre una región. DANA es como un sistema meteorológico estancado sobre una región.
Esto puede provocar lluvias intensas y persistentes en esa área durante varios días. O bien, como se espera que ocurra, puede que ocasione la permanencia del frío en una región como el territorio del estado de Chihuahua.
¿Qué es la Oscilación Madden Julian?
De acuerdo a información del Centro Nacional de Prevención de Desastres del Gobierno de México, La Oscilación Madden-Julian (OMJ) es un patrón de clima que ocurre principalmente en el ecuador del océano Índico y el Pacífico. Se trata de un ciclo que dura uno o dos meses dándole la vuelta al mundo, donde hay momentos en los que hay muchas tormentas y lluvias en esa región, y otros momentos en los que está más seca.
En términos más técnicos, es un patrón de variabilidad climática que afecta principalmente la región ecuatorial del océano Índico y el Pacífico. Esta oscilación se caracteriza por la propagación hacia el este de un área de convección activa y tormentas a lo largo del ecuador. Su ciclo completo suele durar de 30 a 60 días, y se repite de manera irregular a lo largo del año.
La OMJ puede tener impactos significativos en el clima global, ya que influye en la distribución de las lluvias y los patrones atmosféricos en diferentes regiones. A continuación, presentamos algunos de los efectos más destacados de la Oscilación Madden-Julian:
Durante la fase activa de la OMJ, se observa un aumento en la convección y la formación de tormentas en la región ecuatorial. Esto puede llevar a un aumento de las lluvias en áreas específicas, mientras que otras pueden experimentar condiciones más secas.
La propagación de la OMJ puede influir en la circulación atmosférica a nivel global. Por ejemplo, puede afectar la posición y la intensidad de los monzones en el sureste asiático, así como tener impactos en los patrones de lluvia en Australia y el este de África.
Además, la OMJ está relacionada con los fenómenos climáticos El Niño y La Niña. Ambos están vinculados a la variabilidad de las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico tropical. Durante la fase activa de la OMJ, puede haber un aumento en la probabilidad de la formación de El Niño.
Es importante destacar que la influencia de la OMJ puede variar según las condiciones climáticas previas y otros patrones climáticos en juego. Particularmente, durante esta temporada invernal, se espera que la OMJ se refleje en un importante descenso de las temperaturas arrancando el mes de febrero. La comprensión de la OMJ es crucial para mejorar las predicciones climáticas y entender las variaciones climáticas a corto y largo plazo en diversas regiones del mundo.