De acuerdo a las Estadísticas de Defunciones Fetales (EDF) emitidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el 2023 se registraron un total de 23 mil 541 muertes fetales en el país, de las cuales 705 corresponden a Chihuahua, entidad que se encuentra con una tasa alta al respecto.
El 81.7 por ciento del total de las defunciones en el país ocurrió antes del parto; el 17.2 por ciento fue durante el mismo; mientras que el 1.1 por ciento no especificó, además de que el 93.7 por ciento correspondía a embarazos únicos; el 5.9 por ciento a gemelares; y el 0.4 por ciento a múltiples.
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Cabe precisar que estas estadísticas corresponden a los registros que se obtienen por medio de las actas de defunciones fetales derivadas de la expedición del permiso de inhumación que realizan las diferentes oficinas del Registro Civil.
Es decir, en las EDF se lleva cuenta de las defunciones fetales que se registran para poder reclamar el cuerpo de los fetos y poder hacer la inhumación, pero no son el total de los casos que se presentan en realidad en el país, pues de esos no se tienen cifras precisas, sino estimados.
Entre las causas principales de la muerte fetal que se observan en esta estadística se tienen las afectaciones al feto por factores maternos y por complicaciones tanto en el embarazo como en el trabajo de parto con un 45.9 por ciento; mientras que el 25.7 por ciento de los casos corresponden a otros trastornos originados en el periodo perinatal.
Otras de las causas registradas con trastornos relacionados con la duración de la gestación y el crecimiento fetal, malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas.
La Secretaría de Salud con el 47.9 por ciento; el Instituto Mexicano del Seguro Social con el 25.2 por ciento; y las unidades médicas privadas con el 13.1 por ciento son las instancias en las que más se atendieron las muertes fetales en el año en mención.
Asimismo, se precisa que el 65.8 por ciento de las muertes fue por parto vaginal espontáneo; el 17.8 por ciento por cesárea; el 9.9 por ciento por parto inducido; y el 0.2 por ciento por fórceps, mientras que el resto no especificó la forma por la que se dio el procedimiento de expulsión.
Respecto a la edad gestacional en la que se presentó la muerte fetal se tiene que el 36.4 por ciento se dio entre las semanas 20 y 27; el 35.4 por ciento después de las 28 semanas; y el 27.8 por ciento entre las 12 y 19 semanas de gestaciones.
En ese sentido, el 62.5 por ciento de los fetos registraron un peso menor a mil gramos; el 14.5 por ciento pesó entre mil un gramo y dos mil; el 14.8 por ciento, entre dos mil un gramo y tres mil; el 6.9 por ciento, entre tres mil un gramos y cuatro; y el 1.1 por ciento entre cuatro mil un gramos y cinco.
