El Servicio Sismológico Nacional reportó al corte de las 11:00 horas (10:00 horas de la ciudad de Chihuahua) un total de 210 réplicas del sismo de magnitud 7.1 grados en la escala Richter, con epicentro en la costa del estado de Guerrero, y que afectó a ocho entidades, incluida a la Ciudad de México.
Hasta el momento, la réplica más grande registrada es de 5.2 de magnitud, que se considera elevada.
Una noche atípica vivieron los chihuahuenses que habitan la CDMX, durante la noche del 7 de septiembre de 2021, cuando fueron sorprendidos por los movimientos oscilantes de los objetos como abanicos y lámparas que cuelgan del techo, además de una torrencial tormenta, luces destellantes en el cielo nublado y el temor ante los desastres naturales que ponen en alerta los sentidos.
Así lo narró Olivia, chihuahuense que desde hace décadas se mudó a la Capital del país, y quien experimentó el fuerte sismo mientras se recupera de Covid, en un estado de semi reposo en su casa, en el sur de la CDMX.
“Me disponía a prepararme para dormir, cuando sentí que se movía la casa. Con cuidado bajé las escaleras, y pasé el largo temblor entre el recibidor y la sale, porque caía una tormenta torrencial. No quise exponerme a la lluvia fría durante mi recuperación. No sentí miedo, solo aludir a la paciencia, permanecer quieta, atenta y esperar lo mejor”, compartió al reportarse con sus familiares en la ciudad de Chihuahua, para asegurarles que se encontraba bien.
Afortunadamente, se han reportado únicamente daños materiales durante el sismo, especialmente en localidades del estado de Guerrero, donde se registró el epicentro.
Durante la tormentosa noche, se registraron luces atípicas en el cielo, que ha sido identificado por Chihuahua Tiempo Severo como el fenómeno atmosférico red sprite, o espectro rojo. El profesor Alonso Méndez Torres explicó que se trata de una descarga eléctrica que se produce por encima de las nubes o cumulonimbus, en tormentas intensas en la parte de la atmósfera denominada mesósfea; y por debajo, tiene una estructura tipo filamentosa azul, mientras que la parte superior es un destello luminoso que varía en tonalidades rojas y anaranjadas.
“Es bastanteo raro que se produzcan, pero hay tormentas en los que se producen en cantidad; y duran entre tres y 10 milisegundos”, refirió.
La similitud en la fecha y la magnitud del sismo, han hecho recordar el sismo de 2017, que precedió al que ocurriría días después, el 19 de septiembre, cuando se vivió una de las tragedias que se han guardado en la memoria colectiva de los mexicanos.