De acuerdo con Cristian Medellín de la Dirección de Mantenimiento Urbano, dentro de los diferentes índices de diversos órganos especializados en medio ambiente y salud que miden las categorías que hacen de una ciudad óptima para vivir, la capital enfrenta un déficit de más de 600 hectáreas de reforestación urbana, esto con base a un censo que realizaron durante el 2023 que arrojó como resultado que para llegar a ser una de las mejores ciudades a nivel nacional con buenas condiciones para vivir, se tendría que reforestar al menos un 40% de la ciudad.
El titular de la dependencia resaltó que este déficit no se ha arreglado debido a la ciudad como gran parte del norte del país se encuentra en una crisis hídrica, por lo que no es posible sostener la vida vegetal en los poco más de mil 200 parques y jardines registrados en Chihuahua, en los que terminan muriendo los árboles y resulta casi imposible cumplir con la cuota de dichos índices que marcan que por cada 100 habitantes tiene que haber 1.5 hectáreas de árboles.
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De esta forma, el agrónomo forestal Daniel Gabriel Padilla Domínguez indicó que algunas de las acciones que pueden ayudar a recuperar y mantener las áreas verdes de nuestra localidad es plantar árboles y plantas nativas, así como colocar nidos y bebederos para la fauna local, no tirar basura y establecer zonas de vegetación. Acciones que el director Medellín garantizo planea implementar durante la presente administración.
Padilla Domínguez recordó que el índice mencionado por el titular de la dependencia no es el único con el que se mide la cantidad de árboles que requiere una ciudad, dado a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que se necesitan al menos un árbol por cada tres habitantes para respirar mejor en las ciudades, así como un mínimo de 10 a 15 metros cuadrados de zona verde por habitante.
Sin embargo, estas especificaciones dependen de diversos factores como la densidad poblacional, el tamaño de la ciudad y la distribución de espacios verdes. Los cuales, suponiendo los metros cuadrados mínimos que recomienda la OMS, se podrían incluir no sólo en la plantación de árboles en camellones y en viviendas, sino también parques y zonas ajardinadas.
El agrónomo señaló que los mejores árboles que se pueden plantar dentro de la capital son el mezquite dulce, Huizache, Palo verde, Cenizo, así como el flamboyán o tabachín, debido a que fijan el nitrógeno al suelo, manteniendo niveles óptimos en la tierra para el crecimiento de plantas y siendo clave para el proceso de fotosíntesis.
De esta forma, recordó que la OMS señala que una persona que vive cerca de la vegetación es más propensa a verse motivada a realizar actividades al aire libre, fomentando la convivencia social, reduce el estrés y la depresión, además que proporciona oxígeno, capturas contaminantes, amortigua y disminuye el ruido, incrementa la biodiversidad y regula la temperatura.
Por todos estos beneficios que representan las áreas verdes en espacios urbanos, el director de Mantenimiento Urbano, Cristian Medellín, comentó que sabe que al ver todo el bien que hace la vegetación y los árboles nace la pregunta de porque no se está reforestando la ciudad.
La respuesta del director de la dependencia es que las condiciones orgánicas de la tierra en la capital no son las adecuadas para plantar ni árboles, ni césped, ni otro tipo de vegetación, hasta que se retire la tierra infértil y se coloque una nueva.
Es con esta visión que la dirección busca estrategias que ayuden a nivelar el déficit que tenemos en la ciudad con las áreas verdes, “estamos generando iniciativas para eliminar las limitantes y barreras para poner un plan de acción que sea sustentable y sostenible, el cual se pueda optimizar cada que sea necesario”, expresó.
Lo anterior debido a la situación que enfrenta la ciudad a causa del calentamiento global, en lugar de áreas verdes son parque de árboles y tierra, debido a que en el periodo en que fueron creados no se tenía un correcto sistema de riego y las pipas de agua de la dependencia no son suficientes.
“Nuestra plantilla de pipas es muy limitada, tenemos alrededor de 25 y no nos daban los números como para pagar pipas todos los días, aparte en las condiciones del problema del agua que tenemos en la ciudad, tampoco nos da la oportunidad de regar todos los días”, externó Medellín.
De esta forma, dado a que cada año el calor que inunda a la ciudad parece ir en aumento, el titular de la dependencia indicó que durante si tiempo en esta posición buscará propiciar el desarrollo de la tecnología orgánica que permita la creación de estrategias que resuelvan la problemática, que en este caso sería la falta de agua para regar los parques y jardines.
Así, dio a conocer que los especialistas de Mantenimiento Urbano, se encuentran trabajando en un sistema orgánico que ayude a mantener la humedad en la tierra, para que el sol y el color no evaporan el agua de inmediato cuando se riega un parque o jardín, sino que el líquido dure suficiente como para no tener que pasar cada tercer día a realizar el regado del área verde.
“Estamos desarrollando un material que vamos a empezar a poner prueba en El Palomar, que es un material orgánico que alarga la humedad de la tierra”, el titular de la dependencia señaló que los beneficios de este tipo de sistema orgánico es el ahorro del agua y que se podrá aumentar el desarrollo de árboles en la capital.
Van a iniciar con la reforestación de alrededor de 50 a 60 árboles en el parque El Palomar una vez que consigan desarrollar de entre 500 y 600 kilos del material orgánico mencionado, el cual estará compuesto de composta y un hidrogel que ayudará a que la tierra retenga la humedad, que entre los forestales se les conoce como lluvia sólida y es el material de mejor utilidad al momento de reforestar.
Hasta el momento se tiene proyectado realizar este proyecto durante el mes de noviembre junto con los árboles que plantarán al igual que en las áreas donde haya deficiencia de césped y, cuando sea momento de ver el fruto de este esfuerzo y que sea sustentable, Medellín indicó que se asignarán recursos suficientes para replicar este plan de reforestación en la mayor cantidad de parques y jardines posibles.
El agrónomo Daniel Padilla mencionó una investigación de una organización de nombre Bosques sin Fronteras, quienes hablan de que una persona necesita diariamente entre 7.2 y 8.6 litros de oxígeno para vivir, lo cual equivale a 22 árboles los que son requeridos para que una persona adulta pueda existir.
No obstante, el mismo informe menciona que lo importante no son el número de árboles, sino la calidad de cada uno; el forestal explicó que necesitan estar bien cuidados para poder ofrecer los beneficios que los ciudadanos requieren, sino, en realidad no sirven de nada.
Lo anterior es relevante debido a que un árbol en condiciones óptimas puede absorber entre 10 a 30 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) al año, por lo que cualquier árbol dentro de una ciudad debe trabajar en dicha absorción con más fuerza por el CO2 que producen los vehículos, por lo que la cantidad de vegetación no servirá si no es capaz de absorber este contaminante al tiempo en que la misma ciudadanía aporta en reducir los contaminantes que produce.