A casi dos meses de haber colapsado el techo del tercer piso del Hospital Central Universitario, por la tormenta ocurrida el pasado 19 de julio en la capital, no ha sido reparado, y permanece igual que el día en que se desprendieron las láminas.
En el nosocomio, ubicado en la colonia Obrera, personal de seguridad informó que tras la tormenta, autoridades de la pasada administración acudieron al lugar, que supuestamente sería reparado de inmediato, pero no se concretó la obra.
También se informó que fueron casi 900 metros cuadrados los que resultaron dañados en el techo que constaba únicamente de láminas, y aunque no se reportaron daños en el equipo médico, el hospital quedó sin protección, por lo que se teme que con las lluvias el agua pudiera provocar daños en las instalaciones del tercer piso.
El día 23 de julio la Secretaría de Salud estatal de la pasada administración informó que tras la tormenta el Hospital Central Universitario “Dr. Jesús Enrique Grajeda Herrera” continuaba en funcionamiento, y que incluso el área de Laboratorios, que se vio dañado por las lluvias, quedó suspendida sólo por un día.
Se informó además que el Gobierno del Estado procedería a trabajar en la reparación de los daños en el tercer piso del edificio, con base a un dictamen emitido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por tratarse de un Monumento Histórico que data de 1899.
Se dijo también que sería la Secretaría de Cultura estatal la que se haría cargo, con base en la Ley de Archivo, para la recuperación de archivos dañados que se encontraban en el tercer piso del hospital, donde cayó el agua, ya que se requería de un trabajo especializado.
El entonces secretario de Salud, Eduardo Fernández, dijo en entrevista con los medios de comunicación locales que el edificio de la institución necesita una reingeniería completa, pero por ser un edificio histórico se solicitó el aval del INAH para proceder a las reparaciones de los daños.
Precisó que el INAH entregó el dictamen y sobre ese se trabajaría en cuestión de costos y otras acciones propias de la obra.
Explicó que el tercer piso, en la parte dañada, no es una parte de la obra original del hospital, sin embargo, también es un proceso técnicamente difícil que requiere de muchísimo cuidado y en estos momentos se está haciendo inventario de todo lo que se dañó.
A prácticamente dos meses de los hechos, personal del lugar asegura que no se ha dado mantenimiento al hospital, que además requiere atención en otras áreas, y no sólo en el techo que se derribó por la tormenta en el mes de julio.
Señalaron que desde lo ocurrido han estado con el temor de que ocurra otro incidente, e incluso de que el lugar sufra mayor daño, toda vez que las lluvias no han concluido.