La asociación Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología, AC, presidida por Cristian García de Paz, realizó el Foro Virtual Situación del algodón en México: restos y oportunidades, en el que se unieron productores, empresarios para solicitar con urgencia al gobierno federal el permiso para importar semilla de algodón genéticamente mejorado, para poder continuar con la siembra de la fibra y competir con los rivales comerciales más importantes quienes ya la usan.
De acuerdo con las exposiciones de reconocidos protagonistas de la cadena productivo del algodón en México, la negativa de la Semarnat a la importación de semilla transgénica, es bajo un principio de prevención para no contaminar especies originarias del sureste del país; sin embargo, aclararon que actualmente se cultiva en estados del norte y noreste, a miles de kilómetros, por lo que no habría contaminación, además de que condenaron el freno al cultivo e industria textil con una medida que consideraron ideológica, contra argumentos técnicos y científicos que abonarían a la economía y desarrollo social –principalmente para trabajadoras mexicanas- en caso de que se permitiera el uso de la mencionada semilla conocida como germoplasma.
El evento fue moderado por Martín Bonfil, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Autónoma de México, quien dirigió los bloques con temáticas como la cadena de valor del algodón, dimensiones socioeconómicas y el impacto internacional que puede tener el algodón mexicano.
El primer participante fue Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, detalló que en 2019 la producción se desplomó un 35%, situación que se agravó desde 2020 México sufre desabasto de semilla de algodón y falta de apoyo de algunas autoridades para darle solución al problema que es provocado por restricciones de autoridades del medio ambiente; y denunció que esta situación ha provocado un contrabando de semillas, con venta en el mercado negro, recuperada de los despepites, con una pérdida de control para la autoridad, con riesgo al medio ambiente, sector y usuarios.
“Es difícil entender por qué prohíben la importación de semillas de nueva generación, que da a los productores sus rendimientos y da la calidad que requiere la industria textil; y es violatoria de los tratados internacionales con Estados Unidos”, afirmó.
Es importante lograr un dialogo abierto con la autoridad para transmitir las consecuencias que pueden tener las políticas públicas equivocadas, como esta y cómo se afecta a un sector que en México se ha venido construyendo y fortaleciendo; señaló que la sustentabilidad del sector tienen que estar basados en las ciencias e innovaciones tecnológicas, no en ideologías.
Por su parte, Javier Trujillo Arriaga, director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, mencionó que el algodón, en los años 50 fue considerado el oro blanco, vivió una riqueza que todavía es patrimonio, fue la base económica que permitió generar lo que hoy es la industria agrícola como la aguacatera de Michoacán, que cambió por diferentes factores, como las plagas de gusano rosado y picudo algodonero.
Destacó que Chihuahua que es el principal productor de algodón nacional, erradicó la plaga con una bacteria de alto peso molecular, al pasar de 24 aspersiones de plaguicida a dos por temporada, lo que dio pie a un convenio con estados del sur de Estados Unidos, en 2002, lo que estableció a un programa sin fronteras, y que se expandió a Tamaulipas, Baja California y Sonora. Acotó que Senasica opera bajo la Norma 026 con medidas obligatorias del cultivo del algodón en México.
Raúl Treviño, presidente del Comité Nacional Sistema Producto Algodón, AC, informó que la semilla que se trabaja actualmente, proviene de Estados Unidos y se tiene desde el 2019 sin autorización para semilla más nueva; por lo que advirtió que después de usarla algunos años, va perdiendo su calidad y resulta inutilizable.
“Desgraciadamente, nuestros rendimientos y calidad se está estancando por falta de tecnologías y materiales, lo que provoca que la competencia a nivel internacional, demanda fibra de mejor calidad, con mejores características y que los agricultores seamos más productivos y competitivos porque vendemos nuestros productos con regulación internacional”, aseveró.
Así mismo, mencionó por la escasez de semilla, la gente está viendo la necesidad de reusar su semilla producto del despepite, aunque la Norma no lo permita.
Entre los retos del agricultor, mencionó la falta de acceso a semillas de última generación germoplasma, tecnologías que son herramientas para una producción más amigable, que permite el ataque de plagas, de enfermedades, de malezas. Y puntualizó que la falta de la semilla modificada, les pone en una competencia desigual en el mercado por demanda de fibra de alta calidad y problemas de comercialización de fibra.
“Pedimos desde hace tres años que nos entiendan; dicen que vamos a contaminar las plantas que existen de origen en el sureste de Yucatán. Pero el cultivo de algodón se realiza en el norte y noreste de México porque requiere clima seco y agua de lluvia, se produce en el norte y noreste donde hay las mejores condiciones de clima”, externó.
