De momento Ciudad Juárez no es zona franca, toda vez que se han incumplido las obligaciones por parte del gobierno federal con una política injusta y engañosa, señaló el diputado presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos en el Congreso local, Misael Máynez.
“Ciudad Juárez ni es zona franca ni tiene la claridad para beneficiar a la industria global; no hay pagos del 8 por ciento del Impuesto al Valor Agregado, ni tampoco el 20% del Impuesto Sobre la Renta (ISR) tampoco contamos con las facilidades ni los alivios para micro, medianas y pequeñas empresas”, dijo.
El diputado indicó que las medidas implementadas han perjudicado más de lo que ayudan a la economía local y por ello es urgente que el gobierno federal facilite el aprovechamiento de los estímulos fiscales y la economía pueda detonar, aseveró.
“Pareciera que todos están contra la frontera y no están tomando en cuenta la realización de actividades económicas de una manera clara, transparente y definitiva”, agregó. Aunado a lo anterior, expresó que la detención del flujo de mercancías es un detrimento para la economía y competitividad de los juarenses.
Según cifras oficiales, indicó que en el primer bimestre del 2019, México se posicionó por primera vez como el socio comercial más importante para Estados Unidos, por lo que la derrama económica que generan las cadenas de valor entre ambos países no debe ser subestimada.
Expresó que no existe un mercado al que Estados Unidos exporte más que el mexicano y, de forma recíproca, el mercado americano recibe el mayor número de bienes y servicios de México.
Por ello urgió a agilizar el tránsito de bienes y profundizar la cooperación mutua para garantizar la eficiencia y la seguridad de nuestra frontera común, donde pasan 46 mil 491.5 millones de dólares y es el 80% del total de exportaciones de todo el estado.
Recordó que las medidas anunciadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador para potenciar esta frontera fueron: un estímulo en el Impuesto al Valor Agregado de las empresas ubicadas en la franja que quedaría en 8% en lugar del 16% actual, así como los estímulos para el ISR con el que pasa del 30% al 20%, la homologación de los precios de la gasolina y un aumento del salario mínimo al doble, promesas que se han incumplido.
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