Comerciantes del Centro Histórico se las han ingeniado para tratar de atraer clientes, tal es el caso de un vendedor de pomadas instalado cerca de Catedral, que colocó un cadáver con un cubrebocas tratando de llamar la atención de los paseantes.
La comercialización de los productos no ha sido sencilla, ya que la afluencia en la zona no es la misma debido a la contingencia, pero eso no desanima al hombre seguir buscando el sustento diario.
El cadáver con cubrebocas ha llamado la atención de varios que se acercan para observarlo. Esto es aprovechado por el vendedor para ofrecer la mercancía y en algunas ocasiones le ha funcionado para la concretar la venta.
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