GORKI BELISARIO RODRÍGUEZ
Colaborador
La ciudad de Jiménez cuenta con los pozos más contaminados por arsénico en el estado y en el país, provocando estragos en la salud pública de los ciudadanos, con la presencia de elevadas cifras de enfermedades relacionadas con cáncer, problemas renales, gastrointestinales, entre otras.
Diversos estudios realizados por diferentes universidades del país, incluyendo la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), han demostrado no sólo la contaminación de metales pesados en el agua de Jiménez, sino también en poblaciones de Aquiles Serdán, Meoqui, Naica y otros en la zona centro sur.
Estos problemas de contaminación y sobreexplotación del agua se han ido agravando debido a la corrupción e incompetencia que existe en algunos niveles de gobierno y en las instancias correspondientes como los son la Comisión Nacional del Agua, la Junta Central de Agua y Saneamiento, Comisión Federal de Electricidad y otras, que no aplican la ley como es debido.
JIMÉNEZ, EN EL BOLSÓN DE MAPIMÍ
Jiménez es uno de los 67 municipios que conforman el estado de Chihuahua. Ubicado en la parte sur, colinda al norte con el municipio de Camargo, al oeste con los municipios de Allende y López, al este con el estado de Coahuila y al sur con el estado de Durango.
Con una extensión territorial de 10,789 kilómetros cuadrados, Jiménez se posiciona en tercer lugar de los municipios con mayor extensión territorial del estado. El clima desértico que lo caracteriza es muy extremoso, ya que en temporadas de calor puede alcanzar los 42 centígrados y en tiempo de frío los -14 grados.
Jiménez se compone principalmente de llanuras y sierras aisladas que albergan una flora conformada por yuca, ocotillos, mezquites, biznagas, nopales, gobernadora, candelilla; y una fauna como el puma, liebre, conejo, venado, oso, coyotes, entre otros especímenes característicos del desierto.
Con apenas 374.1 milímetros de lluvia anuales, el municipio se mantiene de pie a pesar de las condiciones adversas que existen para la vida en un lugar tan árido como lo es el desierto al que pertenece Jiménez, el Bolsón de Mapimí.
La principal fuente de abastecimiento de agua hace apenas 27 años era el cauce del río, por el cual cruzaban las aguas de forma libre y natural que alimentaban al acuífero de Jiménez-Camargo, pero esto cambió a partir de 1990, fecha en que se decide construir la presa Pico de Águila, que está ubicada río arriba de Jiménez y se encuentra a la altura del municipio de Coronando.
Cuando la cortina de concreto cayó sobre el lecho del río, las diferentes rancherías, poblados y municipios que se encuentran alrededor del cauce empezaron a sentir los estragos de la recarga de agua en los mantos freáticos, realidad que se vio reflejada en la apertura de más pozos por medio del sector agrícola, debido a que los pozos empezaron a colapsar. Este mal se concentró de una manera alarmante en todo Jiménez, donde la escasez de agua comenzó a presentarse en las diversas colonias.
CONTAMINACIÓN CON METALES PESADOS
Los pozos que suministran a la población empezaron a colapsar debido a que el nivel dinámico del acuífero comenzó a bajar de manera considerable y con estos males ya en puerta aparecieron dos que detonaron el foco rojo de alarma en la salud de la población y el ecosistema del municipio. Debido a que el agua del río dejó de fluir de manera natural, el nivel dinámico de los mantos freáticos descendió y a consecuencia de esto se dio la sobreexplotación del manto freático Jiménez-Camargo, extrayendo agua cada vez más profunda y propensa a contener metales pesados.
Además de la sobreexplotación del manto freático, la apertura de pozos ilegales o con títulos fraudulentos aumentó a diestra y siniestra, colapsando el acuífero Jiménez-Camargo, dejándolo con un déficit de agua de -197.039507 millones de metros cúbicos, a decir de la Comisión Nacional del Agua (Conagua); esto empezó a ocasionar el desabasto del vital líquido en todo el municipio, agravándose de manera crítica de 2010 a la fecha. Las principales colonias afectadas fueron la PRI, Ampliación PRI, Lucio Cabañas, zona Centro, Fovissste, Benito Juárez, Infonavit, Villas de Huejoquilla, entre otras.
A consecuencia del abatimiento del manto freático, otro problema aún mayor surgió: la presencia de arsénico en el agua potable, detectándose concentraciones elevadas en los 13 pozos que distribuyen agua a la comunidad y que superan la Norma Oficial Mexicana de salud ambiental, agua para uso y consumo humano-límites permisibles de calidad, tratamientos a los que debe someterse el agua para su potabilización (NOM-127-SSAI-1994).
AGUA CON VENENO, RESULTADOS DE LOS ESTUDIOS
Diversos estudios de distintas universidades del país, incluyendo la UACH, arrojaron que el agua del acuífero Jiménez-Camargo supera los límites establecidos por la Norma Oficial Mexicana de Salud, por la presencia de arsénico en el agua de uso potable de la población, situación que presenta un riesgo sanitario y ambiental.
En una de las inspecciones llevada a cabo en el municipio en 2012 por un grupo interdisciplinario de investigadoras de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Xochimilco; la bióloga Karla Koria y la socióloga Isis Damayanti confirmaron el riesgo en que están los casi 42 mil habitantes, por la ingesta de agua con altas concentraciones de arsénico proveniente de los diferentes pozos de la ciudad que suministran la red pública.
Del 11 al 21 de diciembre se hizo un procedimiento meticuloso para medir la cantidad de arsénico en el agua de los pozos; la investigación consistió en llevar a cabo 60 muestras estratégicas de la región de Jiménez y comunidades aledañas; el análisis se realizó mediante muestreo colorimétrico, para determinar las concentraciones de arsénico en Partes Por Billón (PPB) que hay en el agua, así como también entrevistas a distintas personalidades y ciudadanos miembros de la lucha por el agua en el municipio.
El resultado final de este grupo interdisciplinario de investigadoras de la UAM extensión Xochimilco, de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud, Departamento el Hombre y su Ambiente, en la tesis final publicada “Contaminación por arsénico en el agua de consumo humano de la localidad de Jiménez, Chihuahua, México”, fue el siguiente:
MUESTRA ARSÉNICO (As) PPB
Instituto Tecnológico 40
Ejido California Pozo 40
Pozo 8 (Clorada) 60
Pozo 8 (No clorada) 45
Estadio 21 de Marzo (Pozo) 400
López Mateos (Tienda) 68
Casa cerca de pozo 8 55
Pozo (10 Lienzo Charro) 35
Ojo de Dolores 200
Rancho La Esperanza 45
Colonia Abraham González (Cerca de pozo 12) 60
Ejido Águila (Pozo) 475
Ejido Torreoncitos (Pozo) 60
Familia Marín 40
Ejido Zaragoza 50
Colonia La Rana 200
Márgenes del río Florido 70
Ejido Las Playas 50
Ejido El Triunfo (escuela primaria) 150
Ejido Miramontes 200
Ejido Tierra Blanca 70
Col. Obrera 35
Ejido Miguel Hidalgo 275
Los resultados arrojados de la investigación indican que más de un 13% de las muestras realizadas rebasan los estándares de calidad en el agua impuestos por la NOM-127-SSA1-1994, cuyo límite permitido de arsénico en el agua de uso potable, según el último encuentro del Consejo Hídrico Federal, se estableció el valor de 0.05 mg/l.
Por ello, la población de Jiménez desde hace ya varios años se encuentra expuesta a fuertes dosis de arsénico, problema que ha detonado enfermedades como cáncer y problemas gastrointestinales que año con año van al alza, a consecuencia de que las autoridades de los diferentes niveles de gobierno se hacen de la vista gorda y no ponen atención al caso, pero sí permiten la apertura de más pozos, siendo que la ley impide hacer esto por un decreto establecido en el Diario Oficial de la Federación, el 12 de julio de 1951, donde “se establece por tiempo indefinido veda para el alumbramiento de aguas subterráneas en la región de Jiménez, que comprende parte de los municipios de Camargo, Jiménez Villa López, Allende, Zaragoza y San Francisco de Conchos, del estado de Chihuahua, mediante el cual se veda parcialmente a los acuíferos Meoqui-Delicias con clave 0831 y Jiménez Camargo con clave 0832, para el alumbramiento de aguas subterráneas”.
Esta investigación determinó, como conclusión, que existe un fuerte control sobre la distribución del agua, ya que unos cuantos tienen acceso a el vital líquido de una manera más ventajosa que el pueblo en general; también se concluyó que el problema de la sobreexplotación se debía a las extensiones de monocultivo del nogal, planta que requiere una gran cantidad de agua, cuyos métodos de riego aún no son tan modernos ni sofisticados para ahorrar líquido en temporadas de riego.
AGUA PARA RIEGO, TAMBIÉN CON ARSÉNICO
Otro de los estudios llevado a cabo por estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Autónoma de Chihuahua ratifica la presencia de arsénico no sólo en al agua de consumo humano, también en la de uso agrícola, entre otros metales pesados más nocivos y peligrosos que el arsénico.
La investigación se desarrolló en Jiménez, lugar donde se tomaron 13 muestras de agua de diferentes pozos agrícolas para su análisis, mediante un sistema de recolección de muestras apegada a la NOM-014SSA1-1993; después de esto se pasaba a la recolección de la muestra, medición in situ de T, PH, turbidez y CE, y por último mantener a temperatura de 4ºC para su posterior uso.
La determinación de los metales pesados se realizó con un espectrómetro S2 Picofox portátil, capaz de llevar a cabo microanálisis de multielementos cuantitativos y semicuantitativos de líquido; también cuenta con un límite de detección en los rangos de Partes Por Billón (PPB) y Partes Por Millón (PPM), además de llevar a cabo análisis de multioligoelementos simultáneos.
Para la investigación realizada en 13 huertas de la localidad, se tomaron 13 muestras de agua. De acuerdo con los resultados, se puede apreciar que no sólo existe la presencia de arsénico en el agua de uso agrícola, sino también otros metales pesados como plomo, estroncio, zinc, cobre, fierro, calcio, potasio, cloro, azufre, fósforo, magnesio y sodio. Cabe destacar que los elementos que presentan mayores concentraciones en los pozos son: arsénico, plomo, cloro y sodio, superando la Norma Oficial Mexicana (NOM-127-SSA1-1994), que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en el agua.
Este estudio realizado por la estudiante de Ciencias Químicas Aurora Mendieta y asesorada por Mauricia Rentería, fue presentado el 21 de septiembre en el I Congreso Internacional de Calidad de Agua y el Foro de Consulta para el Plan Estatal Hídrico 20-40, que se llevó a cabo en la Facultad de Ciencias Químicas de la UACH.
Según expertos en materia, de seguir permitiendo la sobreexplotación y perforación de pozos ilegales, Jiménez será un pueblo fantasma en un lapso de 10 años. Ante esta situación, algunos expertos comentan que para que se recupere el manto freático Jiménez-Camargo de la excesiva sobreexplotación, tendría que llover por 20 años seguidos día y noche, para que pueda recuperar su nivel dinámico original, o que ya no se abra ningún pozo ni se cultive en nuevas tierras, para frenar un poco la sobreexplotación del acuífero Jiménez Camargo.
