El Cerro Coronel, Cerro Grande y Cerro del Mármol, forman parte de los paisajes más representativos de la ciudad, que han sido habitados en faldas y parte de sus laderas, lo que no sólo significa un riesgo para quienes viven en estas áreas, sino un deterioro a zonas naturales, según información de colectivo Salvemos los Cerros de Chihuahua.
Son decenas de familias, las que habitan cerros que no sólo brindan belleza, sino también proporcionan biodiversidad, sin embargo la maquinaria pesada que ha llegado a estos lugares, arrasa con pequeños valles y cerros donde se filtra el agua, afectando la ecología, detalla la información de la agrupación defensora.
Aunado a lo anterior, el fuego que constantemente se prende en los cerros, quema extensiones de matorrales, huizaches y mezquites, vegetación fundamental en la zona desértica, para limpiar el aire de las emisiones tóxicas de la industria y los automóviles.
Vecinos del “Cerro del Mármol”, ubicado a espaldas de la colonia del mismo nombre, al sur de la ciudad, informaron que desde hace meses existe el rumor de que una parte de las faldas del cerro, serán otorgadas a particulares, para construir casas.
Este hecho, ha sido denunciado en redes sociales por la agrupación “Salvemos los cerros de Chihuahua”, constituida por ciudadanos preocupados por salvar el ecosistema que ha sido devastado en gran parte de la ciudad, para construir casas y negocios.
Otros cerros como el Coronel y el Cerro Grande, también han sido habitados, por personas que en su gran mayoría, no tienen una mejor opción para vivir, y mientras que algunas familias aceptan haberse instalado sin permiso previo, otras aseguran que les vendieron una parte del terreno para construir.
Por otra parte, la agrupación defensora de los cerros en la ciudad, da a conocer en su página oficial, que las personas tienen derecho a un medio ambiente sano, así como acceso a la biodiversidad, al agua, entre otros, para las generaciones actuales y para las futuras.
“Todas estas actividades, son sumamente dañinas para la naturaleza, a mediano y largo plazo para la sociedad, aunque al corto plazo, ya vemos las consecuencias: fin de la biodiversidad, contaminación del aire, escasez de agua, pérdida de la calidad de vida, pérdida de la belleza natural, pérdida del sentido de identidad y de pertenencia como población chihuahuense”, señala la página de la agrupación.