“El doctor nos comentó que Armando Flores no había recibido un daño significativo, por lo que no sabemos cuál es su intención en concreto al acudir a la Fiscalía, o cómo vaya a proceder la denuncia”, comentó Renata Hernández, dueña de Kiara, la cría de jaguar quien el pasado 3 de abril atacó al empleado de construcción.
Esto durante una visita que realizaron los dueños del felino al zoológico de Chihuahua, en donde mantienen al animal tras las amenazas que ha recibido por parte de un grupo de vecinos del fraccionamiento, así como por consejo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) delegación Chihuahua.
“Nosotros nos hicimos cargo de todos los gastos, incluso en las próximas revisiones que llegue a tener buscamos estar presentes para hacernos cargo de cualquier medicamento o vendaje que pueda requerir”.
Señalaron los familiares de Renata que están enterados de que el señor Flores había acudido a la Fiscalía para interponer una denuncia por el ataque, y que ahora se encuentran en espera de que les llegue la notificación, pero que con anterioridad ya habían acudido ellos a informarse qué era lo más que pudiera pasar en ese caso.
“Pesamos que él nos pueda solicitar un apoyo por los días que duró incapacitado, pues son días laborales perdidos, pero de ahí en fuera no nos ha solicitado ningún apoyo económico extra”, señaló la madre de Renata, quien la apoya en sus cuidados y en lo que pueda requerir el animal.
¿Qué hay que saber de Kiara?
Renata explicó que su jaguar es un animal muy sociable, pues ha tratado de brindarle un espacio seguro en su casa para que pueda estar con más gente, además de ella; por lo mismo optó por quitarle las garras.
“Las garras se las quitamos cuando estaba más chiquita, fue gracias a un procedimiento con el veterinario, para evitar que pudiera causar algún daño a las personas que nos visitan; ella convive con mucha gente, desde compañeros, amigos de la familia, niños, siempre busqué que fuera muy sociable”.
La dueña del espécimen sabe que este tipo de medidas pudieran verse como un atentado en contra del animal, pero al vivir en cautiverio no son necesarias, pues únicamente las ocupa para protección en la vida salvaje.
“El mantenimiento de Kiara nos cuesta alrededor de 200 pesos por semana, depende de qué tan caro está el pollo”, señaló la madre de Renata, ya que el felino se mantiene con una dieta de pollo cocido, el caldo del mismo pollo y arroz.
Sin embargo, tras lo ocurrido, la dueña del animal señala que en los últimos días no ha comido, a causa del estrés que sufrió por todos los inconvenientes.
“No había estado comiendo, hasta que llegamos empezó a comer, porque estaba como deprimida, como triste, porque desde bebé está acostumbrada a estar con nosotros, entonces ahora que no está con nadie, pues se pone triste”.
Además de la tolerancia con las visitas, la madre de Renata explicó que el animal no se asusta con facilidad, pues un ruido fuerte no provoca que se altere, ya que al vivir en un fraccionamiento cerrado está acostumbrada a que los vecinos hagan fiestas o que pongan música muy fuerte.
“Para que ella voltee o te preste atención, tienes que llamarla, tienes que jugar con ella, tienes que hacer una serie de cosas para que te preste atención, pues no sólo por estar ahí se va a echar sobre ti; ella escucha el ruido y no le llama la atención”.
¿Cómo fue el accidente para los dueños de Kiara?
“Hasta ahorita no sabemos a ciencia cierta cómo fue que se escapó de la casa, pero lo que sí nos queda claro es que hubo una manipulación a la malla por donde salió, pues hasta el ingeniero que la instaló nos señaló que faltaban unos seguros que tenía el alambrado”, puntualizó la dueña.
De igual manera señaló que en las cámaras de seguridad se aprecia que había una persona en ese punto, unos minutos antes de que el animal atravesara el alambrado y brincara al patio en donde se encontraba Armando Flores.
“En las cámaras de seguridad se puede apreciar cómo volteaba para ese lado de la casa, pues le estaban llamando la atención. Si fuera accidente el comportamiento de Kiara o por instinto, haría lo posible por escaparse o causar problemas para los dos lados, pero no, siempre es para el mismo”.
La madre de Renata señaló que rápidamente se dirigió a donde estaba ocurriendo el accidente, para evitar que ocurriera un ataque contra el empleado, y al llegar lo primero que hizo fue sujetar al animal para retirarlo de encima de Armando.
“Yo la tomé por atrás y le dije al señor que la dejara, que ya no le haría nada más, fue cuando la empezó a golpear con un tubo, primero la aturdió, pero después ella se enfadó y fue cuando reaccionó y atacó al señor; después conversando lo que había pasado, él nos dijo que la habían estado ‘cocoreando’, pues otros días ni se había acercado al alambrado”.
Tras explicar su versión del ataque, Renata puntualizó que había llevado al señor Flores al Hospital Central, en donde había fue atendido rápidamente, y que ella se hizo cargo de todos los gastos médicos en ese momento, así como los que pudieran surgir posteriormente.
¿Qué pasó en los dos escapes pasados?
Los familiares de Renata indicaron que la primera vez que se escapó fue por cuestiones del clima, sin embargo nunca huyó hasta la avenida La Cantera o más lejos, pues a pesar de salir del área donde está, siempre ha permanecido en el perímetro de la propiedad.
“Las dos primeras veces que se salió sólo se fue al cerro que está detrás de mi casa, en la primera por frío, en la segunda salió y ahí se echó, pues por subir y brincar el alambrado se causó una lesión muy grande en el abdomen, la cual tuvimos que atenderle con el veterinario”.
No obstante, a pesar de señalar que esperan que no se vuelva a presentar un problema similar, señalan que han permanecidos en constante comunicación con el señor Armando Flores, así como con su familia, aun si es por los medios legales, como ha procedido éste último.
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