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La sobrevivencia de las abejas que se cultiva en el estado de Chihuahua, en las que cada colmena tiene entre 40 mil y 80 mil ejemplares, que equivale a una población estimada de 114 mil millones, y a 123 millones de abejas por cada mexicano, asegura la producción de miel y sus derivados, a pesar de los embates que surgen de los pesticidas y agentes patógenos que amenazan a la especie.
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La crisis por muerte de las abejas afecta a la producción de alimentos, -y de agravarse podría causar repercusiones en la especie humana-, al ser acechada por el abuso de pesticidas y químicos utilizados en la agricultura que envenenan a los ejemplares que recorren grandes extensiones territoriales mientras recolectan néctar. El otro factor de riesgo es por enfermedad a través del ácaro Varroa, que es uno de los más agresivos para las polinizadoras y que se manifiesta por atacar los líquidos internos.
La apicultura da sustento a 41 mil familias mexicanas, cuyas abejas polinizan 71 de 100 especies de cultivo en el mundo, y con ello, mantienen el equilibrio del ecosistema al enriquecer la flora de las regiones donde habitan.
En el Estado de Chihuahua hay un registro de 43 mil colmenas, de las cuales el 50 por ciento son utilizadas para la polinización de la manzana. Los municipios que manejan más colmenas en la entidad son Cuauhtémoc con 14 mil colmenas; Delicias, Rosales y Meoqui, con 18 mil; Jiménez y Parral, 4 mil 500; Aldama y Chihuahua, 2 mil 300; Valle de Zaragoza, 2 mil; y Casas Grandes, cuenta con mil colmenas, aproximadamente, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural.
La producción de miel en la entidad varía entre 500 y 600 toneladas por año, de las cuales 200 se quedan en el Estado para consumo y el resto se comercializa con otros estados de la República, o con países en el extranjero, como Alemania. Aparte de la miel, se venden también el propóleo, la jalea real, polen y cera.
En febrero inicia el proceso de pecoreo y polinización de las abejas, a través del cual cosechan el oro líquido que es utilizado como un tesoro por sus propiedades alimentarias, medicinales e incluso estéticas, con plantas endémicas chihuahuenses como el mezquite y huizache, que contribuyen a la producción de alimentos y a la preservación de la obrera de la miel.
- Pesticida, el gran enemigo de las abejas
“Está decreciendo la población por el uso excesivo de pesticidas que tenemos. Eso hace que disminuye la población, y hay que tener en cuenta que el área donde hay colmenas son menos de 8 kilómetros los que se utilizan para pecoreo, y si se producen alimentos, ahí van a ingerir el veneno, se van a morir o en otros lugares donde hay flor. También en los parques y jardines donde se aplica el pesticida, puede ir contaminada a otro y queda en el lugar”, destacó la investigadora de la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas, doctora en Entomología y Acarología, Nuvia Orduño Cruz.
La doctora Orduño llamó a hacer conciencia al uso de insecticidas y al uso de productos agrícolas que no sean tóxicos o con dosis letales bajas para abejas. Enfatizó que en Chihuahua hay plantas nativas que se podrían usar para mantener las poblaciones de abejas en áreas piloto con setos y áreas verdes para atraerlas y pecoreen, como el huizache, que da muchas flores, tiene una alta atracción a abejas y avispas. También refirió malezas como malváceas, solanáceas, entre otras.
En áreas urbanas solicitó a la población tratar con respeto a los nidos o panales de abejas y avispas, en caso de detectar, solicitar a personas capacitadas como Protección Civil para su traslado a un lugar idóneo, sin hacerles daño.
En caso de abejas africanizadas, mencionó que el problema es que desplazan a la población de las productoras de miel, y aunque sí son más agresivas, su detección es rápida y oportuna.
En el tema de enfermedades se refirió al ácaro Varroa Destructor, que afecta a las larvas e incluso a adultos, que influyen en el decremento de la población. “Si hay una colmena infectada, ya se perdió, porque es altamente nocivo. No contamina la miel, pero el manejo del ácaro, en el proceso se lleva a la abeja, porque viven en las cabezas de las abejas”, finalizó.
- La miel, producto celestial
Raúl Chacón y Laura Quiñones han creado Apiarios del Cielo, con colmenas en la región rural suroeste del municipio de Chihuahua, donde las abejas trabajan alejadas de los pesticidas, con miel de la polinización de mezquite. Ahí, los productos que se elaboran van desde jalea real, propóleo, tintura de propóleo, miel clara y oscura, entre otros.
“Manejamos 60 colmenas en producción, de las que hacemos núcleo con colmenas pequeñas y divisiones para tener más. Es un trabajo constante y la idea es tener para producir y que estén en el entorno polinizando, porque donde hay abejas, de un año a otro, se recupera mucho el nivel de plantas”, detalló Raúl Chacón, como cuidador natural de las abejas.
Las colmenas se ubican por la salida a Cuauhtémoc, en un área reservada y alejada de labores agrícolas para evitar los pesticidas. La vegetación de plantas nativas silvestres, donde colectan néctar, se compone de organillo, mezquite, vara dulce.
“Dependiendo del néctar de cada especie floral, es el color y sabor, con las mismas propiedades. Nos tienen acostumbrados a ver la miel ámbar, pero en el caso de la miel bronca, se conserva el color y sabor original”, explicó Raúl.
Entre los productos que manejan, se encuentran la miel, el propóleo, cera de abeja, preparaciones con miel, bálsamos labiales, bálsamos para la piel, entre otros.
“Todo lo que se deriva de las colmenas se puede utilizar, como la miel que se usa como alimento, pero también, se puede utilizar como un medicamento, tiene propiedades terapéuticas, cicatrizante. El propóleo es un antibiótico, la cera se utiliza con fines cosméticos, la jalea real funciona como un multivitamínico, el polen es fuente de proteína. Todo es útil y tiene su fin específico”, acotó Laura.
Apiarios del Cielo es una empresa chihuahuense, establecida en esta ciudad capital, con contacto en la página de Facebook Apiarios del Cielo ADC, y teléfono 614-183-1258.
- Leyes para protección de las abejas
El senador Jorge Carlos Ramírez Marín ha encabezado una lista legislativa a favor del cuidado de las abejas, desde su posición en el Senado de la República, como el exhorto a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural a orientar e instar a la industria de paquetería a satisfacer las necesidades de los apicultores, y retomen acciones para la transportación de abejas reinas, que fue aprobado en la comisión de Economía, y posteriormente, por el Pleno del Senado.
Así mismo, el Senado de la República llamó a las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, de Medio Ambiente y Recursos Naturales y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, a regular el uso de plaguicidas altamente peligrosos y contrarrestar el fenómeno conocido como “colapso de las colmenas”. En el dictamen aprobado se señala que la exposición de las abejas a los plaguicidas puede afectar sus funciones cerebrales. Ello resulta particularmente relevante, ya que estos insectos -junto con las mariposas y abejorros- son en gran medida los responsables de la polinización.
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